La Secretaría de Estado de Comercio ha publicado su Informe sobre Flujos de Inversiones Exteriores Directas en España año 2024. Conviene echarle un vistazo.
El importe total de la inversión extranjera productiva directa en España es 36.813 millones. Es una cifra similar a la de los tres años anteriores.
De qué países proceden estas inversiones
De los 36.813 M, el 62% procede de cuatro países:
*Reino Unido, 12.267 M;
*EEUU, 6.158 M;
*Francia, 2.392 M;
*Alemania, 2.098 M.
Los principales sectores en que han invertido son: Telecomunicaciones, Energía, Informática y Servicios financieros.
A qué autonomías ha ido esa inversión
Este es el dato que más nos interesa aquí. Las cuatro primeras Comunidades receptoras de inversión extranjera son:
*Comunidad de Madrid: ha recibido 24.705 M. Es el 67% del total.
*Cataluña ha recibido 4.923 M. Es el 13,4% del total. Recibe cinco veces menos que Madrid. Dato a retener.
*Comunidad Valenciana: 1.105 (3%).
*País Vasco: 1.069 (2,9%).
Qué ha pasado en los años anteriores
Examinando el período 2020-2024 y comparando la inversión extranjera media en Madrid y en Cataluña, resultan diferencias parecidas: por término medio, en ese período, Madrid recibe cinco veces más que Cataluña.
Sin embargo, si nos remontamos al período 2013-2017, las cosas son diferentes. En ese período la media anual de la inversión extranjera en Madrid es 11.355 M. En Cataluña es 4.064 M. Madrid recibió 2,8 veces más que Cataluña. No cinco veces. Está claro que las cosas han ido a peor en Cataluña.
Comentarios
Madrid sigue siendo el principal foco de atracción de las inversiones extranjeras en España. Recibe cinco veces más que Cataluña. Pero esta diferencia tan enorme no ha sido así siempre. Está claro que el efecto capitalidad ha existido siempre y, sin embargo, la diferencia a favor de Madrid se ha ido agrandando significativamente en los últimos años.
¿A qué se debe esto?
No es difícil responder a esta pregunta. Por un lado, Madrid se ha configurado como un territorio atractivo para la inversión extranjera. Ello se explica por un clima político amistoso, con estabilidad política y empatía con los inversores, y a una fiscalidad no penalizadora (basta fijarse en los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Transmisiones).
Pero Cataluña ha descrito una ruta totalmente contraria:
1)El clima político sigue siendo hostil para la inversión. Salvador Illa es rehén de ERC y los Comuns, muy poco amistosos con los inversores. Estos socios son alérgicos a cualquier estímulo empresarial. En particular, con su política de vivienda, están ahuyentando a todos los operadores inmobiliarios; la oferta se hundirá y los precios seguirán subiendo. Y con su política turística, nos tememos un frenazo en el sector. Este es un tema muy delicado pues el turismo es la principal fuente de empleo en Cataluña (según el IDESCAT, en el primer trimestre de 2025 el turismo mantiene 507.000 empleos directos).
Buena prueba de que esa hostilidad se mantiene es que el 99% de las empresas que trasladaron su domicilio social fuera de Cataluña no han vuelto.
2)La fiscalidad es el segundo factor que explica la pérdida de peso frente a Madrid en inversión extranjera. Salvador Illa, condicionado por sus socios, no está por la rebaja fiscal, sino todo lo contrario. El reciente endurecimiento del Impuesto de Transmisiones es increíble. Empeñarse en mantener Patrimonio y Sucesiones, en el nivel más duro de España, ahuyenta a los creadores de riqueza. Y lo mismo cabe decir de los Impuestos propios más relevantes creados por la Generalitat.
Illa dijo en el Cercle que la presión fiscal catalana tenía un límite: lo situó en el momento en que los impuestos desincentiven las inversiones. Con los datos que acabamos de examinar, ¿no le parece que estamos viviendo ya ese momento?