bnew2025
bnew2025

Sánchez, e la nave va

Sánchez ensaya hoy una respuesta a la crisis que no satisfará a sus socios

Sánchez, e la nave va
El líder del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

‘E la nave va’. El título de la mítica película de Federico Fellini se ha convertido en sinónimo de esa sensación extravío, de navegar a la deriva en un mundo en crisis que invade la política española desde que la UCO hizo público su informe sobre la red de corrupción tejida por Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE. Y ahí sigue Pedro Sánchez, el Gobierno, el PSOE y sus socios parlamentarios. 

Este sábado Sánchez reúne al Comité Federal del PSOE en Madrid con la promesa de medidas para remontar el vuelo y salvar la crisis. Ya se han anunciado los cambios de caras -empezando por la expulsión de los dos máximos colaboradores de Cerdán en la cúpula del partido, Juanfran Serrano y Javier Alfonso Cedón- y de formas. Se anuncia una Secretaría de Organización ‘más coral’ en manos de la valenciana Rebeca Torró. En otras palabras, una dirección con más contrapesos y menos poder, visto el boquete provocado por Cerdán y José Luís Ábalos en el partido. 

Pero el PSOE es un partido jerárquico, donde el poder se concentra en pocas manos, no importa si en la cúspide está Pedro Sánchez o Felipe González. Será difícil cambiar esa dinámica.

Es la primera fase de la tardía reacción de Sánchez, que tiene a sus socios en pie de guerra por la falta de respuesta al goteo constante de informaciones sobre los tejemanejes de su ex mano derecha. Horas antes, el presidente del Gobierno reunía a las mujeres del PSOE en un acto de maquillaje convocado a la carrera para responder a la justa indignación provocada por los audios de Ábalos y Koldo García hablando de prostitutas como si fueran ganado. Y oficializaba las sanciones a los cargos que recurran a los servicios de prostitutas. Una broma. 

El próximo miércoles llegará la comparecencia en el Congreso, tras una semana poniéndose de perfil en Sevilla, camuflado en la Conferencia de la ONU mientras Santos Cerdán ingresaba en la prisión de Soto del Real. El mismo centro penitenciario que acogió en su día a los corruptos del PP y los líderes del procés, al que algunos han dado en llamar ‘Soto del relax’.

Mucho tendrá que esmerarse Sánchez para satisfacer las altas expectativas de sus socios, en especial Sumar, que necesita como agua de mayo alguna excusa para seguir en el Gobierno. Casi nadie se cree sus amenazas, pese a que Yolanda Díaz insista en que está “muy enfadada” -por momentos parece que vaya a amenazar con dejar de respirar, como los niños en plena rabieta-. Los morados, inmersos en su particular guerra con Podemos, no pueden volver a quedar como los pagafantas del PSOE.  

A eso responde la escenificación de la reunión del miércoles en el Congreso, aunque al final el encuentro solo sirvió para evidenciar su debilidad frente al PSOE. Sumar no puede salir del Gobierno porque su fragilidad es incluso mayor fuera del ejecutivo que ligados a Sánchez. Las fugas constantes de socios, -los últimos, los valencianos del Bloc- convierten a Sumar en la antítesis de su nombre, un azucarillo que se deshace a ojos vista del electorado

Tampoco tienen margen de maniobra Junts y PNV. Esa semana, el PP los ha puesto a prueba con la enésima invitación a participar en una moción de censura liderada por Alberto Núñez Feijóo. Los populares saben de sobra que no contarán con sus votos, y tampoco puede decirse que el nuevo número dos del partido, Miguel Tellado, se haya esforzado mucho por conquistarlos. Pero el PP necesita exhibir iniciativa frente a Vox, y en Génova están convencidos de que “poner frente al espejo” a las derechas nacionalistas puede tener réditos electorales en el futuro. 

Mientras, en Barcelona y Bilbao se escudan en la oposición del PP al reconocimiento del catalán y el euskera en Europa, o los desplantes Isabel Díaz Ayuso, para dar puerta a al PP.  Partido con el que no han dejado de coincidir en votaciones parlamentarias cuando se trata es de las cosas del comer: ahí está el veto de Junts a la reducción de la jornada laboral o a las nuevas normas sobre vivienda impulsadas desde Sumar. 

Ni a Junts ni al PNV les gustan las políticas impulsadas por Sumar desde el Gobierno, pero mantienen la esperanza de que Sánchez cumpla con alguna de las promesas de la investidura, convencidos de que las cesiones de la gestión de la inmigración, a Cataluña, o la Seguridad Social, al País Vasco, son impensables con un Gobierno de PP y Vox

El resto de los socios de investidura, liderados por ERC y EH Bildu, no entran en la ecuación del PP, excepto quizá los canarios. Sánchez sabe que los independentistas no tienen otra vía para intentar influir en Madrid, aunque todos ellos buscan la vía para distanciarse formalmente del escándalo constante en el que se ha convertido el PSOE. Otra cosa será que, con el tiempo y nuevos informes policiales, dejen de apoyar al Gobierno en el Congreso hasta hacer la legislatura totalmente inviable. 

En este contexto, no parece que el Comité Federal de este sábado vaya a servir para que la nave en la que navegan el PSOE y sus socios encuentre el rumbo para completar la legislatura, aunque nadie haya saltado todavía del barco.

Iva Anguera de Sojo
Iva Anguera de Sojo
Periodista especializada en política, he pasado por ABC, la Delegación del Gobierno en Cataluña y El Independiente. Ahora en el Consejo de Betevé y colaborando con diversos medios.

NOTICIAS RELACIONADAS

bnew2025
bnew2025
bnew2025

Opinión