Las polémicas entre ayuntamientos y estamentos eclesiásticos a cuenta del uso de simbología religiosa son cada vez más frecuentes en España. Esta vez, el Arzobispado de Barcelona ha emitido un comunicado rechazando el cartel que promociona las fiestas de la Mercè.
Enfado monumental
La sede episcopal lamenta que “el cartel oficial utilice de manera irreverente diferentes formas religiosas”, y señala que la intención que subyace no es otra que “la de ridiculizar la imagen de la Virgen”.
La jerarquía católica no entiende cómo, si la voluntad del consistorio es organizar una fiesta laica, se recurra una y otra vez a iconografía religiosa en la cartelería y los vídeos promocionales.
Explicaciones del artista
En este caso, los elementos aludidos son un retal y una corona que, implícitamente, remiten a la figura de la Virgen. Lluís Danés, el artista seleccionado por el ayuntamiento barcelonés, defendió en su presentación que “este carro surge de la voluntad de hacer de la cultura una experiencia multisensorial y participativa”. Añadió que “se inspira en los teatritos ambulantes de otras épocas» y pretende condensar “la mirada creativa y diversa de La Mercè”.
Para la autoridad eclesiástica barcelonesa, este tipo de cartelería representa una falta de respeto a los sentimientos del prójimo y a la patrona de la ciudad. Con todo, pese a lo que consideran un nuevo ultraje, confían en que este año la Misa pontifical sea incluida dentro del programa oficial de la fiesta mayor.
