Contenido relacionado: Se investiga una trama de reventa de citas de extranjería para personas vulnerables
Desde hace una década, la Oficina de Extranjería de Girona necesita más personal, y la situación para trabajadores y ciudadanía empieza a resultar insostenible. Cualquier solicitud para renovar el permiso de trabajo o residencia se ha convertido en una auténtica odisea en la ciudad de los cuatro ríos.
No se ha reforzado la plantilla
En verano, la carga laboral aumenta porque parte de los funcionarios de extranjería están de vacaciones, y, según denuncia el Colegio de la Abogacía de Girona, “el riesgo de colapso es cada vez mayor”.
Las solicitudes han crecido un 30% respecto al mismo periodo vacacional del año anterior, y si la administración no refuerza la plantilla, encontrar cita será misión imposible. El problema es que, aun pidiendo la cita con suficiente antelación, la resolución puede llegar una vez vencido el plazo, obligando a muchas personas a residir en España de forma irregular.
Se aprueban las solicitudes tarde
En materia laboral, Jordi Espelt, presidente de la subcomisión de extranjería del Colegio, ha criticado la falta de personal: “Con la reforma de la ley de extranjería las solicitudes han crecido, el problema es que el permiso de trabajo puede concederse ya en temporada baja, cuando la empresa quizá no necesita al trabajador”.
En la misma línea, Ramon Rovira, copropietario de Fruitex, lamenta: “Esta situación perjudica tanto al empresario como al trabajador; no pueden generar ese nerviosismo en quien ha luchado años por los permisos y ahora no encuentra la manera de renovarlos”. Por su parte, la Subdelegación del Gobierno ha insistido a los medios que trabaja para revertir la situación “tan pronto como sea posible”.