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Caos en el regreso del Barça al Camp Nou

Caos en el regreso del Barça al Camp Nou
El Camp Nou, estadio del FC Barcelona, antes de comenzar la remodelación Foto: FC Barcelona

El regreso del Barça al Camp Nou tendrá que esperar -más-. El plan de estrenar la primera fase de las obras el 14 de septiembre contra el Valencia -se preveía un aforo reducido de entrono a los 27.000 asistentes-, se ha visto paralizado por la falta de certificaciones. Para cumplir con las obligaciones de LaLiga y la UEFA, el club ya ha cerrado un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para jugar en el Estadi Olímpic Lluís Companys al menos hasta febrero.

Para el estreno de la temporada, pero, el Olímpic tampoco estará disponible debido a un concierto programado para el 12 de septiembre, dando otra vuelta de tuerca a la situación y obligando a buscar un escenario alternativo. La opción más lógica se presenta Montilivi, el estadio del Girona, que queda libre esa jornada.

Este enésimo revés aparece, apuntan los críticos, por la elección de Limak como constructora. Sin experiencia suficiente en proyectos de esta magnitud en España, la empresa se ha topado con las complejas normativas locales y ha ralentizado la ejecución de los plazos. Ni el esfuerzo estival con tres turnos de trabajo diarios ni los permisos extraordinarios del Ayuntamiento han evitado el retraso.

El aplazamiento tiene también consecuencias económicas de calado. Cada partido en Montjuïc supone ingresos muy inferiores a los que generaría incluso un Camp Nou parcialmente abierto, especialmente en las áreas de hospitality y palcos VIP. Estos contratos plurianuales son clave no solo para la tesorería inmediata, sino también para el límite salarial: LaLiga permite computarlos como ingresos estructurales para ampliar el margen del fair play financiero. Sin el estadio en marcha, el Barça pierde esta palanca y sigue con sueldos e inscripciones condicionados.

El proyecto preveía fases que ampliarían el aforo progresivamente hasta los 60.000 asientos antes de construir la tercera gradería y alcanzar los 105.000. La mala gestión, pero, plantea ahora otro cronograma: el Barça seguirá en Montjuïc, estudia Montilivi para su estreno en Liga y ve el regreso a casa como una Odisea imposible.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

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