Borja Iglesias, futbolista del Celta de Vigo, ha apoyado en rueda de prensa a los manifestantes que intentaron interrumpir la Vuelta a España en Castilla y León y Galicia.
A favor del boicot
Estas acciones de protesta, constantes durante todas las etapas, reclaman la expulsión del equipo Israel – Premier Tech de la competición. El motivo que subyace a esta exigencia no es otro que la atribución de una notable responsabilidad en el «genocidio»,
En sintonía con las reivindicaciones, el delantero ha expresado: “Me sorprende que le demos más importancia a parar un evento deportivo que a un genocidio”. Unas valoraciones posteriores a la viral intervención de la Policía Nacional en Valladolid. Durante la carrera, tres individuos saltaron al circuito con banderas palestinas para intentar interrumpir la etapa que pasaba por territorio vallisoletano y fueron desalojados inmediatamente.
En otro orden, estas manifestaciones, en entornos mediáticos próximos al PSOE y Podemos son equiparadas con la batalla de las sufragistas a principios del siglo XX. Incluso algunas analistas como Sarah Santaolalla han ido más allá. La pareja del presentador de RTVE Javier Ruiz llegó a afirmar que la violencia “es obra de la Policía Nacional”.
Identifican a Pablo Fernández: «Soy diputado»
En lo que concierne a los incidentes en Valladolid, al tratarse de una concentración no autorizada, un inspector de la UIP identificó a Pablo Fernández, portavoz de Unidas Podemos. Fernández, quien había llamado a boicotear el evento días antes, no tardó en notificar su condición de diputado en las Cortes de Castilla y León.
Por su parte, Iglesias, alineándose con Santaolalla y Fernández, recalcó ante los medios: “A veces hay que parar y defender los Derechos Humanos, y cualquier situación es buena para hacerlo”. Unas declaraciones que contrastan con las del ciclista Carlos Verano, quien sostuvo que “el deporte debe alejarse de la política”.