La tensión entre España e Israel continúa en aumento. Si el miércoles era Pedro Sánchez el que lamentaba no tener armas nucleares para poner fin a la guerra en Gaza, un día más tarde era el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el que calificaba las palabras del socialista como «una flagrante amenaza genocida contra el único Estado judío del mundo». Y este viernes ha llegado la primera consecuencia de esta tensión. Israel ha ordenado a sus empresas cancelar su participación en la edición de 2026 del Mobile World Congress, que se celebrará en Barcelona.
En la edición de 2025, Israel estuvo presente con 32 compañías punteras en sectores estratégicos como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y el internet de las cosas. Entre ellas destacaban Hailo, fabricante de chips de IA utilizados en automoción y robótica; Wi-Charge, especializada en carga inalámbrica de dispositivos; y Shield IoT, que desarrolla sistemas de seguridad para objetos conectados. Aunque el pabellón israelí apenas representaba un 1% de los 2.700 expositores del congreso, su visibilidad era alta por el carácter innovador de estas firmas.
Un país con tecnologías punteras
El pabellón israelí estaba gestionado por el Israel Export Institute y funcionaba como escaparate de un ecosistema tecnológico que, pese a su reducido tamaño, es considerado uno de los más dinámicos del mundo en proporción a la población del país. Desde startups de software a compañías de telecomunicaciones, el pabellón atraía a multinacionales y fondos de inversión interesados en nuevas soluciones.
La decisión de Israel no alterará las cifras globales del congreso —que este año alcanzó los 101.000 visitantes y más de 2.700 expositores—, pero sí deja un vacío simbólico en un evento que combina innovación con diplomacia tecnológica. La incógnita ahora es qué países ocuparán el espacio en la edición de 2026, donde se prevé un refuerzo de la presencia asiática.