«Obedece solamente a un acuerdo político ajeno al interés general y que implica contentar a los nacionalistas y seguir en el poder«. Así ha calificado la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE el acuerdo entre Pedro Sánchez y Junts para que las empresas de más de 250 trabajadores o una facturación superior a los 50 millones de euros estén obligadas a atender en catalán a sus clientes cuando estos así lo exijan.
En un comunicado, la patronal ha calificado de «inaceptable» la intromisión de la política en el mundo empresarial. Y ha exigido al Gobierno que respete «el margen de autonomía de dirección para el empresario, característica inherente a cualquier empresa privada» porque, si no, se estaría tratando esta cuestión como si fueran públicas.
«Es atentar contra nuestra libertad», ha dicho el presidente de la CEIM, Miguel Garrido, en un programa de TV, «contra quienes nos estamos jugando nuestro dinero para poner en marcha un proyecto empresarial».
Contra la libertad
Indignado se ha mostrado también el presidente del consejo de administración de Naturhouse, Félix Revuelta. Según recoge La Razón, Revuelta, entrevistado en Antena 3, ha dejado claro que la lengua debe ser «una cuestión de libertad». Y ha advertido que imposiciones como la acordada por Sánchez y Junts «limitan derechos y empujan a las empresas a marcharse«.
Por otro lado, el acuerdo entre Sánchez y los separatistas ha recibido también duras críticas en redes sociales como X, donde muchos no entienden por qué los españoles están obligados a satisfacer las ansias del independentismo catalán.