Episodio inesperado en el Báltico. El avión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sufrido una interferencia en su señal GPS mientras atravesaba el espacio aéreo cercano a Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Polonia y Lituania. El incidente no ha comprometido en ningún momento la seguridad de la aeronave pero sí ha generado revuelo mediático.
El Ministerio de Defensa ha atribuido lo sucedido a un intento de perturbar el vuelo en un área donde ya se han detectado episodios similares en los últimos meses. Los países bálticos han denunciado desde hace tiempo prácticas parecidas que han afectado tanto a vuelos militares como civiles, señalando de forma reiterada a Rusia como responsable.
So whilst engaged w/Ukraine, Russia has proceeded to fck w/Poland, Finland, Spain & Lithuania by extension, Denmark and Norway… How many have I missed w/"reports"?
— The Narrator (@Fight_Club_Lad) September 24, 2025
Doesn't seem very smart of Putin eh?
Como es habitual en redes, el episodio no ha estado exento de interpretaciones alternativas. Los amigos de las teorías no oficialistas aseguran que el relato oficial es “demasiado conveniente”, en la medida en que ha reforzado de manera inmediata la narrativa contra Moscú y su «amenaza constante».
La postura no es marginal. Los mensajes en esta línea parecen estar acumulándose bajo los distintos medios que han cubierto el suceso. Los usuarios ponen en duda las motivaciones que Moscú pueda tener para llevar a cabo este tipo de operaciones, que dejan al Kremlin en mal lugar y alimentan la retórica anti rusa.
El vuelo de Robles ha aterrizado sin incidentes en Vilna y la agenda oficial se ha desarrollado según lo previsto.