Trump está en racha. YouTube ha acordado pagar al presidente la suma de 24,5 millones de dólares para poner fin a la demanda interpuesta por él mismo tras la suspensión de su canal oficial en enero de 2021, «a raíz del asalto al Capitolio». La resolución se corona como uno de los mayores acuerdos extrajudiciales relacionados con la libertad de expresión en grandes plataformas digitales.
YouTube to pay $24.5M to settle Trump’s lawsuit over 2021 account suspension https://t.co/DNQu4uC63U pic.twitter.com/OEWCiXO1xi
— New York Post (@nypost) September 29, 2025
Google suspendió en 2021 la capacidad de Trump para subir nuevos vídeos, argumentando que sus declaraciones podían incitar a la violencia tras el asalto al Capitolio. Trump demandó al entender la medida como un caso claro de censura política.
Según los términos del acuerdo, 22 millones de dólares se destinarán al Trust for the National Mall, una organización sin fines de lucro que financiará un salón de baile en la Casa Blanca, un proyecto promovido por Trump. Los 2,5 millones restantes se distribuirán entre los co-demandantes que se unieron al litigio.
Pese a haver decidido efectuar el pago, YouTube no admitie responsabilidad ni se comprometió a modificar sus políticas de moderación de contenidos. La compañía sigue defendiendo que su decisión de suspender la cuenta en 2021 se basó en «el riesgo de nuevas incitaciones a la violencia en un momento de gran tensión política.»
El canal de Trump fue restablecido en 2023, permitiéndole volver a utilizar la plataforma como altavoz en su campaña electoral. El acuerdo marca un precedente que resuena con fuerza; los gigantes tecnológicos no són inmunes a todo. No al menos al poder institucional.