La CUP ha salido a la palestra mediática en defensa de los manifestantes pro Palestina que tomaron la Plaça de la Carbonera y bloquearon violentamente los accesos al puerto de Barcelona y a la Ronda Litoral.
CUP
Las concentraciones contra “el genocidio”, celebradas tanto el jueves como ayer, congregaron a miles de personas, y los Mossos d’Esquadra utilizaron gas irritante contra quienes vandalizaban comercios, con el objetivo de detener los altercados.
Desde el partido nacionalista consideran que la actuación policial fue “intolerable” y han confirmado a los medios que exigirán explicaciones a la Conselleria de Interior y al Govern. Paralelamente, la formación política publicó una suerte de protocolo para mitigar los efectos del spray utilizado por los antidisturbios: “No os toquéis los ojos, no os freguéis la cara con la ropa, tirad leche, Almax y calmantes”.
La otra cara: Salvador Illa y el PSOE
Escenario bien distinto es el que vislumbra el presidente autonómico, Salvador Illa, que en una entrevista con repubblica.it, durante su viaje a la bota europea, aseguró estar “muy orgulloso” de la intervención de Pedro Sánchez en el conflicto Israel-Palestina. Un discurso que contrasta con las intervenciones policiales impulsadas por su propio gobierno para garantizar el orden en la capital catalana.
La duda ahora es cuánto durarán las protestas, cuánto tiempo tardarán las más de 300 personas que acampan en volver a sus hogares y, especialmente, cuándo estará a salvo los civiles gazatíes. Por ahora, no hay mayor certeza que la manifestación que arranca en el centro de la ciudad a las 12:30 horas y el preacuerdo entre Trump, Israel y Hamás.