Un mosso de la comisaría del Pla d’Urgell-Garrigues ha fallecido este miércoles tras ser tiroteado en la calle Doctora Castells del barrio de Cappont, en Lleida. El autor de los hechos ha sido su propio suegro, un hombre de 78 años que, tras disparar contra la víctima, avisó él mismo a los Mossos y esperó a que llegaran al lugar de los hechos para entregarse.
Conflicto familiar
Según recogen diversos medios, el autor de los disparos sufría algún tipo de trastorno mental. Además, mantendría cierto enfrentamiento con la víctima y su hija debido a que no había podido visitar a sus nietas en los últimos tiempos.
Los Mossos recibieron el aviso sobre las 15.20 horas. Diversas dotaciones policiales se desplazaron hasta la calle Doctora Castells y localizaron el cuerpo sin vida del agente, que presentaba signos de violencia. El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) también se dirigió al lugar de los hechos con tres unidades terrestres y un equipo de psicólogos.
Pésame institucional
La Dirección General de la Policía y la Prefectura de los Mossos han lamentado en un comunicado la muerte violenta de su compañero, que estaba destinado en la comisaría del Pla d’Urgell-Garrigues. «En estos momentos tan dolorosos», han indicado ambas instituciones en su nota, «queremos expresar nuestro más sincero pésame y todo nuestro apoyo a la familia, amistades, compañeros y compañeras. Compartimos con ellos el reconocimiento a su trayectoria y a su dedicación ejemplar al Cos de Mossos d’Esquadra durante los 21 años de servicio».
Los compañeros de la víctima están siendo atendidos por los servicios psicológicos de la DGP en la comisaría en la cual esta trabajaba.