Junts se lanza a la desesperada. Aliança Catalana está sacudiendo el tablero político y obligando a los de Puigdemont a mover ficha. La irrupción de un discurso desacomplejadamente nacionalista y enmarcado en la derecha ideológica, sin emperifollamientos y con un fuerte componente de identidad cultural, está empujando a los posconvergentes a recuperar banderas que durante años han abandonado y tratado con tibieza.
Nogueras a Sánchez: "Ya no le sirve envolverse en la bandera palestina. Ahora lo hace con la del cambio horario. ¿Cuántos autónomos son perseguidos por ustedes? ¿Cuántos pisos han construido en Cataluña? (…) El dinero va a pagar rescates de las estrellitas de la Flotilla, a… pic.twitter.com/IsQZvPS6mn
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) October 22, 2025
Los discursos de Míriam Nogueras han mutado a la ofensiva, lo deja claro con sus últimas declaraciones: “Hay que defender a la gente que trabaja, que levanta el país cada día y que se siente desamparada por un Estado que les exprime”. Junts ha decidido ahora preocuparse por la necesidad de revisar el IRPF y reducir la carga fiscal sobre los autónomos, perfiles demográficos a los que tenían abandonados tras años de secuestro electoal (no les quedaba más alternativa). Quizás alguien debería recordarles que ellos invistieron al Gobierno al que ahora acusan de expolio.
La apuesta por un tono más duro y por reivindicar causas económicas tradicionalmente liberales no es casual. Después de años distanciándose del espacio derechista y abandonando al votante conservador, la creciente popularidad de Orriols en interior y Barcelona, así como el eco mediático de sus propuestas han hecho saltar las alarmas en el entorno procesista.
A nivel de anécdota, en su última Escuela de Formación en Tortosa, Aliança anunció de la mano de su Secretario de Organización y Finanzas, Oriol Gès, el supersábado de las paradas; un día en que el partido celebrará 30 paradas informativas simultáneas, llevando a su máxima expresión una de las señas de identidad de la formación en su contacto con la ciudadanía.
Junts parece haber tomado nota y, como muestra este correo que nos ha facilitado una fuente interna del partido de Puigdemont, han preparado una jornada idéntica a la que prepara la derecha catalana:

El electorado independentista, especialmente el que se siente castigado por los impuestos, por la falta de apoyo a los autónomos y las consecuencias de la inmigración desmedida, migra su apoyo a Orriols. Junts parece decidido a recuperar una identidad más claramente ideológica en materia económica y fronteriza, buscando reconectar con el votante que ve en Aliana Catalana una alternativa auténtica. El giro, sin embargo, no parece funcionar del todo. Entre el original y la copia, el votante se queda con Sílvia Orriols.
La tensión ha alcanzado hoy las cotas más altas. La aparición de un vídeo generado con IA de Sílvia Orriols agrediendo a Puigdemont ha volcado las redes. Junts asegura que denunciará las imágenes y pide responsabilidades a Aliança. Por su parte, los de Orriols condenan el montaje y lo categorizan de «campaña de desprestigio y difamación», señalando que su origen se insinua precisamente en las cuadras de Junts. La información disponible parece avalar esa teoría. El vídeo apareció con una cuenta sin seguidores, creada hace poco, que se limitó a repostear algunos tuits de Aliança, colgar el vídeo y desaparecer antes de poder ser localizada. Casualmente, el vídeo ha llegado vertiginosamente rápido a todos los perfiles de Junts pese a la nula incidencia de la cuenta. La polémica, que en unas semanas no dejará de ser anecdótica, escenifica el pánico de los de Puigdemont, que se agarran allí donde pueden para mantenerse relevantes y atacar a su principal rival electoral.
Un troll de tants. pic.twitter.com/afOYJoydfM
— Marc Portet i Bruguera (@portet_bruguera) October 21, 2025





