Distrito4.0
Distrito4.0

Junts y su teatro de ruptura: ¿quién marca la política catalana?

Junts y el teatro de la ruptura: ¿quién marca realmente la política en Cataluña?
Junts y el teatro de la ruptura: ¿quién marca realmente la política en Cataluña?

La política catalana vive una nueva función teatral. Junts per Catalunya ha anunciado su ruptura con el PSOE, proclamando el fin de su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez. Pero tras el telón, los gestos loables y las declaraciones altisonantes parecen más una estrategia electoral que una convicción política. ¿La razón? La sombra creciente de Aliança Catalana, que está obligando a Junts a jugar un doble papel: el de oposición firme en Cataluña y el de negociador silencioso en Madrid.

Desde las elecciones municipales y el auge de Aliança Catalana, Junts ha visto cómo no solo su electorado más nacionalista, si no también el de pátina más convergent, se escapa hacia una formación que no tiene reparos en confrontar al Estado sin matices. La irrupción de Aliança ha obligado a Junts a endurecer su discurso, a recuperar gestos simbólicos y a escenificar distancias con el PSOE. Pero esta ruptura, lejos de ser definitiva, está diseñada para evitar -sin éxito- fugas de votos más que para cambiar el rumbo político.

Pese a las declaraciones de Puigdemont sobre el fin de la legislatura y la imposibilidad de aprobar presupuestos, los movimientos reales de Junts en el Congreso apuntan a una estrategia de abstención táctica. No votar a favor, pero tampoco bloquear. Es el clásico juego de la geometría variable: mantener la llave sin asumir el coste político de abrir la puerta.

La abstención permite a Junts seguir negociando, obtener concesiones, y al mismo tiempo presentarse ante su electorado como firme defensor de la causa catalana. Es una maniobra que ya han usado antes, y que ahora se repite con mayor urgencia ante el empuje de Aliança. Los más acérrimos defensores de las siglas lo aplauden. El electorado, sin embargo, no parece dejarse engañar de nuevo.

La paradoja es que Junts, que históricamente ha sido un actor central en la política catalana, ahora parece moverse al ritmo que marca Aliança Catalana. Cada gesto, cada declaración, cada ruptura escenificada responde más al temor de perder terreno electoral que a una estrategia política coherente.

Aliança no necesita estar en el Congreso para condicionar la política estatal: basta con que Junts tema su avance. Así, la formación de Sílvia Orriols se convierte en el verdadero referente de la política identitaria catalana, obligando a Junts a radicalizar su discurso mientras sigue negociando en Madrid.

La ruptura con el PSOE es, por ahora, más un intermedio que un acto final. Junts necesita mantener su influencia en Madrid, pero también su credibilidad en Cataluña. El equilibrio es frágil, y el telón puede volver a levantarse en cualquier momento. Porque en política, como en el teatro, lo importante no es lo que se dice, sino lo que se hace cuando se apagan los focos.

Guillem Espaulella
Guillem Espaulella
Politòleg per la Universitat Pompeu Fabra.

NOTICIAS RELACIONADAS

Distrito4.0
Distrito4.0
Distrito40

Opinión

Distrito40