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Azúcar en la infancia: qué dice la evidencia científica

Caries, aumento de peso y riesgo hepático se asocian al exceso de azúcares libres. Guías de OMS, AHA y AAP marcan límites claros por edades.

Azúcar en la infancia: qué dice la evidencia científica
Azúcar en la infancia: qué dice la evidencia científica

Azúcar en la infancia: qué dice la evidencia científica — Caries, peso y salud hepática: qué muestran los estudios y qué recomiendan OMS, AHA y AAP.

¿Qué tan perjudicial es el azúcar para los niños? La OMS recomienda que los “azúcares libres” no superen el 10% de la energía diaria —idealmente por debajo del 5%— para reducir caries y prevenir ganancia de peso; en menores de 2 años, desaconseja bebidas azucaradas. En 2025 actualizó su ficha sobre caries reforzando esa relación.

Consecuencias con respaldo científico
La asociación más sólida es con la caries dental: revisiones que sustentan la guía de la OMS muestran menor incidencia cuando los azúcares libres se sitúan por debajo del 10% de la energía.
El consumo de bebidas azucaradas se vincula consistentemente con mayor IMC y ganancia ponderal en población infantil; la evidencia se ha reafirmado en metaanálisis recientes.
En hígado graso no alcohólico pediátrico, un ensayo clínico aleatorizado demostró que una dieta muy baja en azúcares libres durante 8 semanas redujo de forma significativa la grasa hepática y las transaminasas en adolescentes.
Respecto a “hiperactividad por azúcar”, los resúmenes clínicos indican que la evidencia es contradictoria; limitar azúcar es recomendable por caries, densidad nutricional y obesidad, no por una relación causal probada con hiperactividad.

Recomendaciones de referencia
La AHA sugiere en niños y adolescentes un máximo de 25 g/día (≈6 cucharaditas) de azúcares añadidos y minimizar bebidas azucaradas.
La AAP aconseja no dar zumo antes de 12 meses y, después, limitarlo a 4 oz/día (1–3 años), 4–6 oz (4–6 años) y 8 oz (7–18 años).
En Europa, la EFSA no fija un umbral “seguro” por incertidumbre metodológica, pero concluye que la ingesta de azúcares añadidos/de libres debe ser lo más baja posible dentro de una dieta equilibrada.

Qué falta por aclarar
Falta precisar el impacto de diferentes fuentes (sólidos vs. bebidas) y el papel de edulcorantes en preferencias de sabor y salud a largo plazo. Como orientación práctica, priorizar agua y leche, ofrecer fruta entera en lugar de zumos y revisar etiquetas ayuda a reducir azúcares libres.

En síntesis: hay evidencia robusta que vincula el exceso de azúcares libres con caries y aumento de peso en niños, y ensayos que muestran mejora del hígado graso al reducirlos de forma intensa.

Las guías internacionales piden límites estrictos desde edades tempranas; la definición de un “umbral seguro” sigue no confirmada.

María Riera
María Riera
Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM.

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