Tomonori Totani, astrofísico de la Universidad de Tokio, afirma haber encontrado la primera evidencia directa de la existencia de materia oscura, el componente invisible que representa cerca del 27 % del contenido total del universo.
Publicado este 25 de noviembre de 2025 en arXiv, el trabajo analiza quince años de observaciones del telescopio espacial Fermi de la NASA y revela un exceso de rayos gamma que forma un halo esférico de decenas de miles de años luz centrado en el núcleo de la Vía Láctea. La distribución y la morfología de esta señal coinciden de forma notable con el halo de materia oscura predicho por los modelos cosmológicos estandarizados; es decir, las teorías más solventes y sobre las que se trabaja.
La materia oscura nunca ha sido detectada directamente porque no emite ni absorbe luz. Sin embargo, la hipótesis dominante plantea que está formada por partículas masivas de interacción débil (WIMP). Cuando dos WIMP colisionan, se aniquilan y producen pares de rayos gamma de energía característica. Según Totani, la señal observada encaja exactamente con este proceso de aniquilación.«Es la primera vez que vemos una estructura esférica de rayos gamma que sigue tan fielmente la distribución esperada para la materia oscura y no para fuentes astrofísicas convencionales».
Aunque anteriores excesos de rayos gamma en el centro galáctico se atribuyeron finalmente otros fenómenos, Totani sostiene que el volumen de datos actual y la simetría casi perfecta del halo dificultan esas explicaciones alternativas.
El descubrimiento, de confirmarse tras la revisión por peers -colegas del mismo ámbito de conocimiento- y nuevos análisis independientes, supondría el mayor avance en cosmología desde la detección del bosón de Higgs o las ondas gravitacionales. Resolvería uno de los enigmas fundamentales de la física moderna: la naturaleza de casi un tercio de la masa-energía del cosmos.
La comunidad científica recibe el resultado con cautela pero con máxima atención. La materia oscura podría haber dejado de ser solo una inferencia gravitatoria para convertirse en algo observable.





