Mario Nawfal publicó un tuit que ya supera los 13 millones de impresiones: por primera vez en la historia registrada, la población de origen europeo está por debajo del nivel de reemplazo en todos los países occidentales y se encamina a convertirse en minoría global. Elon Musk respondió directamente: “It is a fact”.
WHITE FERTILITY COLLAPSED – THE REST OF THE PLANET DIDN’T
— Mario Nawfal (@MarioNawfal) December 2, 2025
The generation now starting school is the first in recorded history that will grow up on a planet where people of European descent are a shrinking global minority.
Native fertility across the entire Western world has… https://t.co/xlmeYI1Rb8 pic.twitter.com/Mh8FeYJzfi
Los datos de la ONU no mienten. En 2023 la tasa de fecundidad fue de solo 1,23 hijos por mujer en España, 1,24 en Italia, 1,36 en Alemania y 1,33 en Canadá, todas muy lejos del 2,1 necesario para mantener la población sin aportación migratoria. En Estados Unidos, la población blanca no hispana se sitúa en 1,64.
El contraste es brutal: en 1950 prácticamente ningún país del mundo estaba por debajo de 2,1; hoy solo África subsahariana mantiene tasas altas. Mientras, la migración neta hacia la UE y Norteamérica supera los 2 millones anuales y las proyecciones de la ONU anticipan cientos de millones más hasta 2050.

El reloj demográfico no espera. Sin incentivos reales a la natalidad, vivienda asequible para familias jóvenes y un renacer cultural que vuelva a hacer deseable tener tres o cuatro hijos, el cambio será irreversible. Musk lo lleva años advirtiendo: una civilización que deja de reproducirse desaparece o es sustituida. Polonia y Hungría demuestran que aún es posible invertir la tendencia.
Occidente tiene que elegir: actuar ahora o resignarse a que, en pocas décadas, nuestras ciudades y nuestra historia hablen otro idioma.





