La ansiedad y la depresión son los trastornos mentales más frecuentes en Cataluña, según uno de los estudios poblacionales más amplios realizados hasta la fecha sobre salud mental. El trabajo, publicado en la revista científica European Psychiatry, analiza datos sanitarios de más de 1,4 millones de personas entre los años 2010 y 2019 y ofrece una radiografía detallada del impacto real de estos trastornos en el sistema sanitario.
El estudio se basa en la cohorte PADRIS-PRESTO, una base de datos que recoge información de 473.812 pacientes con diagnóstico psiquiátrico y 947.698 personas sin diagnóstico. El análisis ha sido liderado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y el IDIBAPS, con la participación de expertos de referencia en psiquiatría.
Entre las personas que accedieron a servicios especializados de salud mental, los trastornos de ansiedad fueron los más frecuentes, con un 31,38% de los diagnósticos, seguidos de los trastornos del estado de ánimo, como la depresión, que representaron el 18,83%. El estudio también detecta una presencia elevada de trastornos conductuales y emocionales en niños y adolescentes, lo que apunta a la necesidad de reforzar las intervenciones en estas etapas tempranas.
Salud mental y vulnerabilidad socioeconómica
Más allá del diagnóstico, los datos reflejan una clara relación entre los trastornos mentales y la vulnerabilidad socioeconómica. Las personas con problemas de salud mental presentan más exenciones de copago sanitario y una menor presencia en los tramos de ingresos medios y altos. Además, muestran una mayor prevalencia de tabaquismo, que alcanza el 48,6% frente al 37,2% en la población sin diagnóstico psiquiátrico, así como una mayor carga de enfermedades físicas asociadas, como hipertensión, diabetes o trastornos musculoesqueléticos.
El impacto en el sistema sanitario es uno de los aspectos más destacados del estudio. Durante el periodo analizado se registraron más de 76 millones de visitas a atención primaria y cerca de 9,3 millones de visitas a servicios especializados de salud mental. Cada paciente con trastorno mental realizó una media de 81 visitas a atención primaria, frente a unas 41 visitas en el grupo sin diagnóstico. Según los autores, estos datos indican que las personas con trastornos mentales utilizan casi el doble los servicios sanitarios que la población general.
Antidepresivos y ansiolíticos
En cuanto a los tratamientos, el análisis contabiliza más de 67 millones de prescripciones farmacológicas, con un peso muy significativo de antidepresivos y ansiolíticos. Los investigadores señalan que este volumen refleja la complejidad clínica de los pacientes, pero subrayan la importancia de revisar los patrones de prescripción para asegurar que se ajustan a las indicaciones clínicas y a las necesidades reales de cada caso.
Los autores destacan que la cohorte PADRIS-PRESTO constituye una herramienta clave para mejorar la planificación sanitaria y las políticas públicas en salud mental. Sus resultados permiten identificar áreas prioritarias de intervención, optimizar la asignación de recursos y diseñar estrategias de tratamiento más eficaces. Además, su enfoque poblacional facilita la extrapolación de los datos a otras regiones con sistemas sanitarios similares.
El estudio ha sido liderado por Michele De Prisco y Vincenzo Oliva, investigadores del grupo de Trastornos Bipolares y Depresivos del IDIBAPS, con la participación de Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, junto a Diego Hidalgo-Mazzei y Gerard Anmella como autores sénior.
