El presidente del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha denunciado este lunes que el Metro de Barcelona se ha convertido en uno de los espacios más inseguros de la ciudad como consecuencia directa «del abandono, la propaganda y la inacción del gobierno socialista de Jaume Collboni».
Tras reunirse con sindicatos de vigilantes de metro, Sirera ha señalado que los datos oficiales del Ministerio del Interior demuestran que la supuesta mejora en seguridad «no se percibe en el metro, donde la delincuencia sigue campando a sus anchas«. «Collboni presume de seguridad cuando la realidad es que en Barcelona siguen produciéndose 471 delitos diarios, muchos de ellos concentrados en la red de metro», ha añadido.
El dirigente popular ha alertado de que el metro se ha convertido en un foco de robos, hurtos y multirreincidencia con carteristas actuando cada día con total impunidad: «Un reducido número de delincuentes, muchos de ellos multirreincidentes, cometen miles de delitos sin consecuencias reales».
Agresiones sexuales en el subsuelo
Sirera ha puesto especial énfasis en las agresiones sexuales, recordando que el 40 % de los delitos sexuales del transporte público se producen en el metro. «El metro se ha convertido en un entorno especialmente vulnerable para las mujeres, y eso es una responsabilidad directa de quienes gobiernan», ha subrayado.
A esta situación se suma el abandono absoluto de los vigilantes de seguridad, que sufren un conflicto laboral permanente por falta de personal, salarios insuficientes y medios obsoletos. En el último año se han producido alrededor de 150 agresiones físicas a vigilantes del transporte público, la mayoría en el metro. «Un vigilante de la L4 perdió un ojo en enero de 2025 y cinco más fueron brutalmente agredidos en Trinitat Nova en noviembre. Este es el resultado de dejar el metro sin protección suficiente», ha señalado.
Trabajadores en pie de guerra
Sirera ha recordado que las huelgas de vigilantes convocadas en fechas tan sensibles como Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Año Nuevo son «la prueba evidente de un sistema al límite”. “El año pasado, solo nueve vigilantes cubrieron toda la red la noche de Fin de Año. Así no se puede garantizar la seguridad de los usuarios».
Finalmente, Daniel Sirera ha exigido que se ponga en marcha el plan de seguridad específico para el Metro de Barcelona que se aprobó en la última Comisión de Seguridad de diciembre, que incluye la aplicación inmediata de la ley de multirreincidencia, botones del pánico en los vagones, que se acabe con la política del agente único y los vigilantes trabajen en parejas, más efectivos policiales dentro de la red, y la presencia de los Mossos d’Esquadra en el centro de mando. «Barcelona no necesita más propaganda ni más ideología; necesita un metro seguro para los usuarios y para quienes trabajan en él», ha concluido.





