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Análisis/ Las responsabilidades de la UE, el gobierno y las compañías eléctricas

La factura de la luz sigue aumentando y ya es la segunda más cara en la historia del país Foto: Pexels.
La factura de la luz sigue aumentando y ya es la segunda más cara en la historia del país Foto: Pexels.

Un ya lejano 4 de septiembre de 2021 publiqué un artículo en este diario titulado ‘Cómo nos confunden las eléctricas con ayuda del gobierno‘ en el que sostenía que si bien la factura eléctrica que recibimos mensualmente podía considerarse, por la extensión e información gráfica y numérica incluida, un documento aparentemente ejemplar, advertía también que basta con prestarle algo más de atención y examinarla con cierto detenimiento “para que nos surjan algunas dudas sobre su presunta transparencia y ejemplaridad”. Lo cierto es que las fuertes subidas de precios que venimos soportando con una resignación admirable los clientes que pagamos la factura que nos remiten mensualmente las compañías eléctricas, constituyen un auténtico atraco a golpe de kilovatio del que sólo cabe responsabilizar a los principales actores del mercado: la UE, el gobierno español, las centrales de generación eléctrica y las empresas comercializadoras. En este artículo vamos a examinar el papel de cada uno de ellos.

«La factura que nos remiten mensualmente las compañías eléctricas, constituyen un auténtico atraco a golpe de kilovatio del que sólo cabe responsabilizar a los principales actores del mercado: la UE, el gobierno español, las centrales de generación eléctrica y las empresas comercializadoras».

Responsabilidades de la UE y el gobierno de España

En primer lugar, a las autoridades de la UE cuya política de transición ecológica disparó el precio de los derechos de emisión en 2021, y esta circunstancia aumentó los costes de las centrales que emplean combustibles fósiles en toda la UE y los precios de la electricidad. En segundo lugar, a las sanciones impuestas por la UE a Rusia por la crisis de Ucrania a las que respondió Putin cerrando el grifo del gasoducto que abastece a la UE atravesando suelo ucraniano y provocando desabastecimiento y un fuerte aumento del precio del gas natural en 2021. Añádase, en tercer lugar, la pasividad de las instituciones europeas y la pasividad del gobierno español que no emplearon todas las armas a su alcance para frenar el cierre del gasoducto que transporta gas desde Argelia a España a través de territorio marroquí. Imprevisión, miopía, seguidismo, califiquen como ustedes gusten las políticas unilaterales de transición ecológica y las torpezas diplomáticas de la UE y el gobierno de España.

«Califiquen como ustedes gusten las políticas unilaterales de transición ecológica y las torpezas diplomáticas de la UE y el gobierno de España».

Al gobierno de España cabe considerarlo responsable por derecho propio de la subida de precios, en tanto que es responsable de regular el mercado para producir la energía al coste mínimo y velar por los intereses de las familias y empresas frente a la posición dominante de las grandes empresas del sector eléctrico.

«Al gobierno de España cabe considerarlo responsable por derecho propio de la subida de precios, en tanto que es responsable de regular el mercado para producir la energía al coste mínimo y velar por los intereses de las familias».

Empezaré por lo más sencillo, el nuevo sistema de facturación que entró en vigor el 1 de junio de 2021 para los 10,2 millones de clientes acogidos a la tarifa denominada precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). Hasta esa fecha, el cliente disponía de 12 horas valle y 12 horas punta cada día de la semana, pero a partir del 1 de junio se introdujo una tercera franja horaria denominada ‘llana’ y se alteró la distribución de las tres franjas. En días laborables, las horas valle ser recortaron de 24.00 a 8.00 (4 horas menos), se introdujeron dos franjas llanas, de 8:00 a 10:00 y de 14:00 a 18:00 (6 horas en total) y dos franjas de horas punta de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 24:00. Por otra parte, las 24 horas de sábados y domingos pasaron a ser horas valle.

El cambio ha perjudicado claramente a los 10,2 millones de clientes acogidos al sistema PVPC puesto que ahora pagan mucho más caras algunas de las horas en que las familias suelen estar realizando faenas domésticas en las mañanas de los días laborables. Además, los fines de semana coinciden con momentos en que las familias desarrollan actividades de ocio fuera del hogar y, por otra parte, los precios de las horas valle, especialmente por las tardes, en sábados y domingos son superiores a los precios de horas valle en días laborables. Por último, el coste ‘por energía consumida’ en las facturas a partir del 1 de junio de 2021 se convirtió en una cifra opaca para los clientes que no pueden comprobar el importe de los ‘costes de la energía’ multiplicando los kilovatios consumidos en cada franja horaria por su precio correspondiente, como ocurría hasta el cambio en el sistema de facturación.

«El coste ‘por energía consumida’ en las facturas a partir del 1 de junio de 2021 se convirtió en una cifra opaca para los clientes que no pueden comprobar el importe de los ‘costes de la energía’ multiplicando los kilovatios consumidos en cada franja horaria por su precio correspondiente».

Producción de electricidad y precios

En el Gráfico 1 aparecen las centrales generadoras de electricidad en España ordenadas por su eficiencia energética.

Como el lector puede comprobar, las centrales más eficientes son las nucleares, eólicas e hidráulicas fluyentes, en el siguiente tramo aparecen las de carbón y ciclos combinados más competitivas, seguidas por las menos de carbón y ciclos combinados menos competitivas e hidráulicas regulables, y, por último, las centrales de punta (fueloil), otras obsoletas y otras hidráulicas regulables. El operador que casa demandas y ofertas va incorporando las centrales más ineficientes a medida que resulta necesaria su producción para satisfacer la demanda del mercado ibérico, siendo las centrales más ineficientes operativas en cada momento las que marcan el precio de generación.

Las centrales nucleares y las hidráulicas fluyentes, las más eficientes y beneficiosas para los consumidores de energía, operan de manera continuada y aunque no emiten CO2, el gobierno está tramitando por vía urgente un proyecto de ley con el propósito de detraer “la parte de sus ingresos en el mercado spot que corresponde al valor de los derechos de emisión de CO2 internalizados”. Se trata de una medida auténticamente aberrante puesto que penaliza a las empresas que no emiten CO2 por no hacerlo. No contento con esta medida, el gobierno Sánchez contempla cerrar las centrales nucleares antes de 2035 y proceder a su desmantelamiento. La única esperanza de los consumidores es que este gobierno no pueda consumar sus injustificados planes energéticos que pretenden eliminar algunas de las fuentes más eficientes de generación de electricidad.

Las columnas en el Gráfico 2 muestran la evolución del precio (eje izquierdo) y las líneas las cantidades de electricidad (eje derecho) en el mercado español (verde) y portugués (azul) de generación el 24 de enero de 2022, un día laborable. El precio alcanzó su valor mínimo, 177,46 euros en ambos mercados a las 4:00 horas con una energía negociada de 20.543,2 MWh. (38.637,6 MWh. incluyendo bilaterales, y su valor máximo de 274,98 euros a las 20:00 horas con una energía negociada de 32.740,3 MWh. (43.766,5 MWh. Incluyendo bilaterales). Como cabía anticipar, los precios máximos se producen cuando las cantidades negociadas alcanzan sus valores máximos y los precios mínimos cuando las cantidades negociadas alcanzan los valores mínimos.

«Los precios máximos se producen cuando las cantidades negociadas alcanzan sus valores máximos y los precios mínimos cuando las cantidades negociadas alcanzan los valores mínimos».

Para facilitar la visualización de las cifras que aparecen en el Gráfico 3, el Cuadro 1 presenta la oferta de electricidad desglosada a las 4:00 y 20:00 horas del 24 de enero de 2021. Son varias las observaciones y preguntas que suscitan a cualquier cliente PVPC. A las 4:00, la hora de menor consumo y precio más bajo, observamos que si bien a energía nuclear aporta 27,67% y la eólica 17,67%, sin emisiones de CO2, la oferta se completa con aportaciones sustanciales de centrales de ciclo combinado, 17,83%, cogeneración residuos y minihidráulica, 17,72%, importaciones, 11,6%, carbón 4,32% y, en último lugar, una aportación de energía hidráulica de 3,17%.

Las dudas surgen por la escasa participación de la energía hidráulica regulable que, pese a ser una energía sin emisiones, las empresas generadoras parecen reservar para satisfacer la demanda en horas punta, 28,45% a las 20:00, y obtener una mayor remuneración. Resulta también harto sorprendente la elevada participación de la cogeneración, residuos y minihidráulicas e importaciones a la hora de menor demanda. La composición de la oferta apunta a que los consumidores PVPC, cuya demanda se concentra en las horas valle, resultan seriamente perjudicados por la utilización de centrales ineficientes que, pese a la relativamente baja demanda nocturna, acaban elevando el precio mayorista muy por encima de lo que cabría anticipar.

Indicios de abusos en la comercialización

Las cuitas de los clientes PVPC no acaban con la falta de transparencia del mercado. Existen importantes diferencias entre el precio generación y el precio que las comercializadoras acaban repercutiendo al consumidor. Las columnas moradas en el Gráfico 4 muestra los precios de generación y las columnas rojas lo que finalmente pagó el cliente PVPC el 24 de enero de 2022.

«Existen importantes diferencias entre el precio generación y el precio que las comercializadoras acaban repercutiendo al consumidor».

El lector puede observar que los precios de comercialización son bastante más altos que los de generación en todas las horas del día, una diferencia que representa la retribución de las empresas comercializadoras, pero el lector puede también constatar incluso a simple vista que la diferencia entre los precios PVPC y los precios de generación es bastante más abultada cuando los precios de generación son más elevados. Para despejar cualquier duda, el Gráfico 5 presenta la diferencia en términos porcentuales entre ambos precios.

«Los precios de comercialización son bastante más altos que los de generación en todas las horas del día, una diferencia que representa la retribución de las empresas comercializadoras».

Obsérvese que en las horas valle, el porcentaje que separa ambos precios oscila entre 25,09% y 37,39%, pero en las horas punta esos valores se duplican alcanzado cifras que superan incluso 60% en 7 horas punta. En principio, no existe ninguna justificación para que las empresas comercializadoras dupliquen los márgenes que cargan a los precios de generación, y las preguntas que nos hacemos los indefensos consumidores y las pequeñas empresas es por qué son tan elevados los precios en horas valle y por qué se duplican los márgenes en horas punta.

«En principio, no existe ninguna justificación para que las empresas comercializadoras dupliquen los márgenes que cargan a los precios de generación».

Carta a la UE y al gobierno español

Alguna explicación y ayudas económicas directas a los ciudadanos y pequeñas empresas tendría que ofrecer el Gobierno de España, más allá de reducir transitoriamente a poco más de la mitad los tipos impositivos que gravan la producción y el consumo de electricidad, ayudar a pagar la factura a una fracción minúscula de consumidores vulnerables, y reafirmarse en seguir adelante, como si nada hubiera ocurrido en 2021 y lo que llevamos de 2022, con el plan de cerrar y desmantelar las plantas nucleares antes de 2035. Porque pese a la reducción de tipos impositivos la recaudación por impuestos que gravan la electricidad es ahora mayor a causa del aumento de la factura eléctrica; porque el bono social no lo pagan las Administraciones sino los clientes que sí pagamos la factura; y, finalmente, porque el plan de desmantelar las centrales nucleares, las más eficientes, no garantiza ni una reducción de emisiones de gases ni precios más bajos para los clientes a medio plazo.

Una vez más han primado la ideología y la improvisación sobre el análisis cuidadoso de los méritos relativos (esto es, costes y beneficios) de las distintas opciones para resolver crisis energéticas. Buena prueba de ello son las confusas declaraciones y los difusos planes que ofreció la ministra Ribera para hacer frente a la crisis durante su visita a Argel el 31 de octubre de 2021, el mismo día en que expiraba el contrato que suministraba gas natural a través del gasoducto del Magreb.

«Una vez más han primado la ideología y la improvisación sobre el análisis cuidadoso de los méritos relativos (esto es, costes y beneficios) de las distintas opciones para resolver crisis energéticas».

No dudo del sincero compromiso de la ministra del ramo con las energías ‘sostenibles’ y de su buena voluntad, pero considero que todo lo que ha ofrecido a los españoles son buenas palabras y vagos proyectos a medio (más bien largo) plazo para superar la crisis energética. Al igual que ocurrió con el Covid-19, cuya contagiosidad y virulencia fueron minimizadas por el gobierno durante enero, febrero y las dos primeras semanas de marzo de 2020, la crisis energética ha vuelto a poner al descubierto la escasa capacidad del Gobierno de España para gestionar crisis severas.

«La crisis energética ha vuelto a poner al descubierto la escasa capacidad del Gobierno de España para gestionar crisis severas».

Los españoles no queremos seguir pasando más frío y tapándonos las piernas con el mantra (tampoco útil como manta) de la cacareada transición ecológica. A las autoridades europeas les pedimos que no impongan a las centrales el pago de desorbitados derechos de emisión que han encarecido el precio de generación de electricidad y que practiquen una diplomacia realista que garantice el abastecimiento de gas natural procedente de Rusia y Argelia. Queremos también tipos impositivos sobre la producción y consumo de electricidad mucho más bajos, por tratarse de un bien básico, para todos los ciudadanos y empresas con una potencia contratada inferior a 10 kW. Queremos que el bono social lo paguen las Administraciones españolas, no los clientes de las compañías eléctricas. Queremos que el gobierno suspenda sus planes para desnuclearizar España, si ello supone encarecer más el precio de la electricidad. Queremos, en fin, un gobierno que vigile los márgenes de las empresas comercializadoras.

«Queremos que el bono social lo paguen las Administraciones españolas, no los clientes de las compañías eléctricas. Queremos que el gobierno suspenda sus planes para desnuclearizar España, si ello supone encarecer más el precio de la electricidad».

Todavía está a tiempo el gobierno que ha obtenido unos ingresos impositivos récord en 2021 de rectificar porque los españoles, aunque no sepamos si otro gobierno lo hubiera hecho mejor, tenemos la certeza de que esta crisis la ha gestionado francamente mal. Y con éste ya van dos fiascos gordos, el otro naturalmente ha sido la pandemia. No tengo ninguna duda de que si el equipo formado por los miembros del Consejo de Ministros estuvieran al frente de una gran empresa ya los habrían puesto de patitas en la calle por los malos resultados cosechados en 2020 y 2021.

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