El Tribunal Supremo no ha admitido a trámite la querella presentada por el secretario general de Junts, Jordi Sánchez, contra el ex presidente del PP, Pablo Casado, a cuenta de unas declaraciones de este contra los alborotadores de Canet de Mar. El alto tribunal entiende que debe prevalecer «la libertad de expresión en un contexto de participación política».

Los hechos sucedieron el pasado mes de diciembre, cuando Casado pronunció un discurso en Galicia en el que criticó a los separatistas que estaban acosando a la familia de Canet de Mar que había pedido que su hijo recibiera un 25% de la enseñanza en castellano y había sido respaldada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. El entonces líder del PP culpó de lo sucedido a ERC, Junts, la CUP y el PSOE. Algo que no gustó al secretario general de Junts, Jordi Sánchez, quien anunció la interposición de una querella por delitos de odio, calumnias e injurias.

Al anuncio respondió el propio Casado vía Twitter, recodando que Sánchez había sido condenado por el Tribunal Supremo a nueve años de cárcel «por dar un golpe de Estado» y la advirtió de que no le iba a dar «lecciones de legalidad ni de democracia».
El Supremo ha decidido no admitir a trámite la querella de Sánchez por considerar que, en el contexto político, prevalece la libertad de expresión. «Se han hecho críticas», se afirma en el auto, «que se califican de ideas de odio pero que se enmarcan en un debate político entre personas con esta cualidad y que afectan a aspectos públicos y no privados de su vida», según recoge El Nacional.