El regreso a la primera línea de fuego en el Congreso de la ahora portavoz adjunta Cayetana Álvarez de Toledo no ha dejado a nadie indiferente. Álvarez de Toledo ha protagonizado un rifirrafe con el ministro de interior, Félix Bolaños, que ha acusado a los populares de «comprar el discurso ultraderechista de Vox», tal y como demostraría que la primera haya viajado a Argentina para asistir la toma de posesión del libertario Javier Milei. Tras los aplausos de la bancada socialista, Álvarez de Toledo le ha recordado que también viajó con el Rey, lo que ha generado un incómodo silencio entre los diputados del PSOE.
Acto seguido, Álvarez de Toledo ha arremetido con contundencia contra la amnistía, que ha supuesto la «humillación de los constitucionalistas catalanes» y a la que se ha referido como «forma de corrupción». Asimismo, ha sentenciado que la medida de gracia provoca una «fractura civil española» y la liquidación de la igualdad». Finalmente, la portavoz ha afirmado que la «verdadera convivencia rima con resistencia». Y ha concluido —dirigiéndose al PSOE—: «Pierdan toda esperanza, no serán más que un humillado paréntesis en la historia de España».
