El obispo catalán Pere Casaldàliga ha fallecido este sábado a los 92 años en un hospital de la localidad brasileña de Batatais, en el interior de Sao Pablo, donde había sido trasladado la noche del martes desde Sao Félix de Araguaia, en el centro de Brasil, para tratarse de graves problemas respiratorios.
Así lo ha comunicado a través de Twitter la Asociación Araguaia con el Obispo Casaldáliga en Barcelona y la Asociación ANSA en Brasil: «Con profunda tristeza lamentamos comunicar que Pedro #Casaldáliga ha muerto en el día de hoy a la edad de 92 años».
Casaldáliga, reconocido en Brasil por su intensa labor social y defensa de los más vulnerables, se le conoce como el ‘obispo del pueblo’ por su defensa de las etnias indígenas de la Amazonía y la lucha contra la violencia en el campo.
Reacciones a la muerte del obispo
Muchos han sido los que se han querido despedir del clérigo a través de las redes sociales. El expresident Carles Puigdemont ha afirmado que «hizo del Evangelio una herramienta en favor de los derechos humanos». Y destaca que «Se va con una mochila llena de la gratitud eterna de la gente a quien dedicó su vida».
El teólogo brasileño brasileño Leonardo Boff ha afirmado que Pere Casaldàliga, «vive en la memoria de todos los pobres que defendió, de los martirizados por el latifundio, en los liberados de la opresión». «Y en nuestra fe y en nuestra esperanza que él nos fortaleció», ha añadido este sábado en un tuit.
Por su parte, el periodista y biógrafo de Casaldàliga, Francesc Escribano, ha lamentado su muerte recordando que «siempre decía que sus causas valían más que su vida» y ha destacado otra de sus frases: «No basta con ser creyente, decía; también se tiene que ser creíble».
También el periodista Jordi Èvole ha lamentado la muerte del obispo emérito del cual ha destacado que «Su ejemplo, su lucha y su coherencia vivirán siempre.»
Además de por su actuación pastoral, Casaldàliga ha sido reconocido por su producción literaria, tanto de poesía como de artículos y obras de carácter político.