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Entrevista al notario más joven de España/ Juan Varela. De la portería a la Notaría

A sus 24 años, el joven sevillano es el notario más joven del país, un sueño por el que renunció a un futuro prometedor como guardameta del Real Betis Futsal

Juan Varela Hidalgo

Un día, viendo la tele, mi padre me dijo: «Tienes que entrevistar a ese chaval». ¿A qué chaval?, le pregunté. Se llama Juan Varela y ¡fíjate!, con 24 años se ha convertido en el notario más joven de España. «Búscalo, que esa sí es una buena entrevista». 

Sin pensarlo dos veces, busqué su nombre en Google. Pero ¿cómo? Con 21 años renunció a un futuro prometedor como portero en el Real Betis Futsal de Segunda División para presentarse a una de las oposiciones más duras y que, además, consiguió aprobar en un tiempo récord de 2 años y 3 meses.

«Mi padre es mi referente y siempre quise parecerme a él»

Juan se crió rodeado de palabras que no lograba comprender. «Juicio, demanda…» No sabía cuál era su significado pero eso no tenía demasiada importancia porque quien las pronunciaba era un abogado brillante, su padre y referente quién, además, también opositó para notario en varias convocatorias. «Él es un claro ejemplo de que en las oposiciones a notarías puedes estar más que preparado y que, o porque no te acompañe la suerte, o por otra serie de circunstancias, acabes quedándote en el camino».

Puede decirse, entonces, que la atracción por el mundo del Derecho a Juan Varela le viene de cuna. «Conforme fui creciendo, las decisiones que iba tomando me acercaban cada vez más a esa carrera como, por ejemplo, elegir en bachillerato letras y no ciencias. Sin embargo, no es hasta que entras en la facultad cuando te das cuenta si te gusta o no ese mundo. Ahí descubrí que me apasionaba. Después, empecé a sentirme más atraído por el Derecho Privado que el Derecho Público. Sobretodo, el Derecho Civil».

¿Qué te dijo tu padre cuando le comentaste tu deseo de opositar a Notarías?

La decisión de opositar la tomé cuando acabé la carrera. Es ahí cuando mi padre me advirtió de la dureza de la oposición, pero haciéndome saber, también, que mientras me estuviese preparando no me iba a faltar de nada. «Ten paciencia, porque te espera un camino largo», me dijo. También, que si hacía falta, él iba a estar ahí para darme un empujón. Mi padre me ha enseñado desde que soy pequeño que con esfuerzo y constancia todo es posible, y yo quería aprobar por mi y también por él.

«Mi padre me ha enseñado, desde pequeño, que con esfuerzo y constancia todo es posible, y yo quería aprobar por mi, pero también por él».

Juan Varlela rinde homenaje a su padre en Twitter

«Si quieres estudiar esta oposición te deben gustar dos cosas: el Derecho y las personas»

Grabadas a fuego quedaron en el joven de Dos Hermanas, las palabras de Rafael Leña (notario jubilado de Sevilla), ese maestro que hizo que Juan se enamorase de esa profesión. Él me enseñó la gran labor que el notario ejerce en la sociedad», dice con orgullo. «Me ha enseñado que el Notario es un funcionario público encargado de velar por las personas y de buscarles los mecanismos legales más adecuados a su voluntad».

Has conseguido aprobar la oposición en 2 años y 3 meses, cuando la media está alrededor de los seis años y además, manteniendo ‘cierta vida social’ ¿Eso cómo se hace?

Las oposiciones a notarías reducen tu vida social al mínimo, así que debes asumir eso de perderte escapadas, fiestas, etc. No quiere decir que te conviertas en un ermitaño, porque es importante que tengas todos los días una hora para salir a pasear o a hacer deporte. También, que tengas un día libre para descansar. Eso lo cumplí a rajatabla el primer año y medio de oposición, pero a partir del segundo decidí exprimir al máximo mi tiempo para lograr algo que parecía imposible.

Reduje mi día libre a dos o tres horas el sábado para dar un paseo y terminaba de estudiar sobre las 11 y media de la noche el resto de días. Durante todo el 2019 tuve una vida social nula. 13 horas diarias de estudio para aprenderme el temario en muy poco tiempo. Por eso es importante mantener la cabeza fría y tener clara tu meta. Los opositores sacrificamos varios años de juventud por un objetivo que nadie nos garantiza.

Para Juan, la suerte solo es un complemento del trabajo, la constancia y la disciplina

¿Cuántas horas dedicabas diariamente al estudio?

Yo estudiaba unas 9 o 10 horas al día, en época “normal”, cuando aún no había convocatoria. Sin embargo, cuando me quedaban meses para el examen podía pasarme hasta 13. Lo importante es no quemarse al principio y no pasar de esas 8, 9 o 10 horas de estudio cuando estás empezando, porque tienes que llegar con fuerzas suficientes a la semanas previas al examen. Es durante la primera etapa de la oposición, o después de los exámenes, en caso de que no tengas la suerte aprobar, cuando se debe respetar mucho el descanso diario y la “cierta vida social” de la que hablábamos antes.

Habrás escuchado muchas veces aquello de “Tú de mayor estudia para notario. Una ‘firmita’ y a cobrar” ¿Crees que está generalizado este desconocimiento acerca de tu profesión o es, simplemente, el chiste fácil de unos cuantos?

Lo he escuchado infinitas veces, pero es un estereotipo que tiene mi profesión como los tienen muchas otras. A mi, personalmente, no me gusta escucharla porque, como me enseño mi maestro (y ahora lo comprobaré cuando empiece a trabajar), antes del momento de la firma, que es el símbolo de que el Notario autoriza el documento público que las partes otorgan, hay una labor de asesoramiento a las partes y confección del documento. Además, y no todo el mundo lo sabe, el asesoramiento es gratuito. Pero creo que no es más que un chiste fácil, y que la sociedad, en su mayoría, reconoce y respeta nuestra labor.

¿Cuál crees que es la condición fundamental que debe tener una persona que elija esta profesión?

Como dije antes, el estudiante de Derecho que se plantee opositar a notarías debe saber que va a estar en contacto directo con las personas, escuchando y resolviendo sus problemas jurídicos de la mejor manera posible. Es importante, también, tener una buena rutina de estudio y una gran capacidad de sacrificio. Eso sí, que nadie crea que hay que ser superdotado para aprobar porque no son unas oposiciones absolutamente memorísiticas como mucha gente piensa. Cualquier persona con motivación y ganas de ser Notario puede lanzarse a intentarlo.

«Que nadie crea que hay que ser superdotado para aprobar (…) Cualquier persona con motivación y ganas de ser Notario puede lanzarse a intentarlo»

¿Te plantas aquí o hay alguna aspiración profesional más?

Ahora, que he aprobado la oposición, quiero preparar las oposiciones restringidas entre notarios, las cuales sirven para ganar antigüedad dentro del Cuerpo y seguir actualizado y renovado en el estudio del Derecho. A largo plazo, también me gustaría mucho dar clases en la Universidad y ojalá lo acabe haciendo.

Háblame un poquito de tu faceta como futbolista, un deporte que te ha atraído desde muy pequeño y en el que tenías una buena proyección de futuro. ¿Es cierto que tu padre intentó convencerte de que no lo dejases?

Fue una decisión muy complicada. Yo jugaba al fútbol sala en el Real Betis Futsal, de segunda división nacional, y venía de jugar dos años antes en primera división con la UMA Antequera, además de haber ido con la selección española sub 18 y sub 21.

Lo que más me costaba, entonces, era “tirar por tierra” todo ese recorrido al que tantísimas horas de esfuerzo y sacrificio le había dedicado. Mi padre fue el primero que me dijo, desde el principio, que no lo dejase y le hice caso, pensando que podría compatibilizarlo con la oposición, pero la realidad era que no.

¿Qué hacía que ambas cosas fuesen incompatibles?

Tenía que dedicar unas 7 horas al estudio (pocas para el ritmo de mi oposición) y otra 5 o 6 al entrenamiento, además de viajar cada dos fines de semana por toda España, así que llegó un momento en que no podía más y lo dejé.

Esa decisión la tomé con la cabeza, porque sabía que futuro estaba en los estudios, pero también con el corazón, porque me motivaba mucho la idea de ser Notario. Recuerdo como anécdota que me decían mis entrenadores: “Juanito, tomate más tranquilo las oposiciones, que no tienes por qué ser el Notario más joven de España”, y al final aquí estamos.

Recuerdo como anécdota que me decían mis entrenadores: “Juanito, tomate más tranquilo las oposiciones, que no tienes por qué ser el Notario más joven de España”, y al final aquí estamos.

¿Alguna vez te has arrepentido de abandonar el fútbol?

Nunca me arrepentí, sino todo lo contrario. Sentí un alivio enorme, desde el mismo momento en que decidí dejarlo, porque ya no sentía esa presión tan enorme en el día a día. Mi objetivo en el fútbol sala siempre ha sido divertirme. Nunca he querido llegar a nada en concreto, sino crecer como deportista y como persona.

¿Crees que la presión de competir a tan alto nivel te ha ayudado a la hora de afrontar una oposición tan dura?

Los valores que he aprendido haciendo este deporte desde que tengo cinco años los intento reflejar en mi vida, y así lo hice con durante la oposición. La capacidad de sacrificar ciertas cosas por un objetivo. Ser muy constante en el esfuerzo y frío a la hora de la verdad, son cosas que me ha dado el fútbol sala y que creo que han contribuido mucho a lo que acabo de conseguir.

Como Notario, quiero seguir teniendo y compartiendo esos valores pero, por encima de todo, lo que quiero es ayudar a las personas. Lo que más me motiva es que cada persona que salga de mi notaría lo haga con sensación de tranquilidad y seguridad de que su problema tiene solución. Así voy a tratar de que sea.

¿Cómo lleva un chaval de 24 años eso de convertirse en un foco mediático de la noche a la mañana? ¿Satisfacción o agobio?

Satisfacción,, por supuesto. Para mi, es un orgullo que mi historia pueda llegar a tantas personas y, sobre todo, a tantos opositores que están ahora mismo luchando por un sueño. La típica frase de que “sólo un opositor entiende a un opositor” es totalmente cierta. Por eso, si mi historia puede servir de ayuda a alguien, es un motivo muy grande para estar satisfecho.

He sufrido mucho y he estudiado mucho para conseguir mi sueño. No soy superdotado, ni he tenido la mayor de las suertes. Por eso, desde aquí animo a todos los opositores y futuros opositores, porque es posible y porque el esfuerzo, siempre tiene su recompensa.

Juan Varela, gracias por compartir tu historia con El Liberal.

En primer lugar, porque tu mensaje motivará a muchos jóvenes a luchar por su sueño. En segundo lugar, porque has puesto sobre la mesa los valores y la función social del Notario considerado, por algunos, “un profesional elitista” pero, también, por tu reconocimiento a quienes te sirvieron de guía y motivación en esos momentos tan duros, tu padre. También ese profesor al que la vida te puso en el camino y se convirtió en uno de los protagonistas de de tu éxito.

Muchísimas gracias por tu tiempo, ha sido todo un placer

Muchísimas gracias a ti por interesarte por mi historia y permitirme dar mi visión sobre las oposiciones y los notarios. Espero que pueda llegar y, sobre todo, ayudar a mucha gente.

Un abrazo grande Verónica!!

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