El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que afronta su última oportunidad de ser presidente de la Generalitat una vez confirmado como candidato socialista, no ha querido responder este sábado por un posible pacto electoral con los Comuns después de las elecciones catalanas, previstas para el próximo mes de febrero. Con la fórmula de que «lo importante no es con quien lo haces, sino qué te comprometes a hacer» el líder catalán ha eludido pronunciarse sobre pactos postelectorales. Y es que buena parte de las posibilidades de que el PSC sea el primer partido de Cataluña pasan por adicionar a sus votantes tradicionales el máximo número de votantes de Ciudadanos el 21D. Y para ello una ambigüedad medida es su estrategia.
Descartada una coalición con el PP y Cs en las próximas elecciones Iceta, en una entrevista en Catalunya Ràdio, se ha mostrado dispuesto a formar gobierno con los grupos que se quieran centrar «en la reactivación económica, la reconstrucción social, la salud, la educación y la reindustrialización del país». Además, ha asegurado que «un buen resultado del PSC nos acercaría a tener un Govern que realmente empiece a ganar batallas para Cataluña, no a perderlas» y ha añadido que espera que el Ejecutivo catalán supere las divisiones que, según él, exhibe en estos momentos.
Elecciones en Cataluña
Sobre las elecciones, ha insistido en que hubiera preferido que fuera el expresidente de la Generalitat Quim Torra quien las convocase «porque esto hubiera permitido hacerlas antes de acabar el año y, por lo tanto, tener una interinidad lo más breve posible».
Respecto a proponer un candidato a la presidencia de la Generalitat que lleve a un debate de investidura ha afirmado haber tenido conversaciones con diferentes grupos parlamentarios para conseguir apoyos y utilizar «un mecanismo excepcional» para reducir esta interinidad, lamenta que no hay una mayoría parlamentaria que lo apoye.
Para Iceta, que haya dirigentes independentistas en prisión por los hechos del 1-O «no ayuda» porque, en palabras del primer secretario, las largas penas de prisión no contribuyen a resolver la situación actual en Cataluña. Tampoco cree que un periodo preelectoral sea el momento adecuado para realizar la mesa de diálogo con los independentistas y ha dicho que ahora hay que «respetar el proceso de tramitación de los indultos».
También es favorable a la revisión del delito de sedición porque «es una regulación que tiene más de 200 años y parece lógico adaptarla, homologarla a lo que existe en otros países europeos».