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Entrevista/ Alex Goñi: “Las plataformas de venta mundialista se tendrían que repasar de arriba abajo”

Alex Goñi

Desde el año 2000, Alex Goñi es presidente de la patronal de comercio de Cataluña, Pimec Comerç. Asimismo, es miembro del Comité Ejecutivo de Junta Directiva de PIMEC y presidente del Gremio de Pescaderos de Cataluña. PIMEC Comerç defiende los intereses de los comerciantes y, en particular, de las micro y pequeñas empresas de comercio, una parte fundamental del tejido económico de Catalunya. Hablamos con Alex Goñi de la situación del sector hoy, cuando la pandemia y la digitalización están cambiando las reglas del juego.

¿Cómo ha afectado la pandemia al pequeño comercio?

Mucho. Unos pocos, han salido favorecidos económicamente, como el pequeño comercio alimentario. Pero no tan favorecidos a nivel de salud. Hemos atendido al cliente con mucho miedo y muy poca preparación. Sobre todo, los dos primeros meses de confinamiento, que fueron terribles. Ni siquiera teníamos mascarillas. Pero, como nuestros médicos y enfermeras, nosotros estuvimos al pie del cañón. Hoy, podemos decir la alimentación es el único segmento del pequeño comercio que no ha salido perjudicado.

¿Y los demás segmentos?

Muchos han tenido que cerrar. Y si un negocio cierra, no hay nada que hacer. Y con las mínimas ayudas que hemos tenido…Estamos sufriendo una mortandad muy grande de tiendas. Cuando esto acabe, algunas reabrirán, otras desaparecerán para siempre y, al final, tendremos un modelo diferente de ciudad. En muchos lugares, las ciudades quedarán muy tocadas. Hoy, al pasear por el centro de Barcelona, Reus, o Tarragona ya ves mucho vacío, mucha tienda cerrada. Es preocupante, porque la pandemia aún está aquí y la inmunidad colectiva será un proceso largo.

«Estamos sufriendo una mortandad muy grande de tiendas. Cuando esto acabe, algunas reabrirán, otras desaparecerán para siempre y, al final, tendremos un modelo diferente de ciudad. En muchos lugares, las ciudades quedarán muy tocadas. Hoy, al pasear por el centro de Barcelona, Reus, o Tarragona ya ves mucho vacío, mucha tienda cerrada»

¿Tendremos ciudades con menos pequeño comercio?

Si, o quizás de forma distinta. No me gusta hablar de futuro, porque siempre son hipótesis no demostrables. Pero ahora, el ayuntamiento de Barcelona está intentando reconvertir el tejido comercial y el espacio urbano, por ejemplo, bajando algunos negocios que están en entresuelos a la calle, estudiando si una tienda se convierte en vivienda, etc. Porque esta nueva realidad de tiendas cerradas da una sensación de inseguridad, de tristeza, miedo, frialdad.

Las tiendas son también nuestro ADN

El comercio en la calle es pasear, somos mediterráneos. Si nos encontramos unos amigos y amigas, vamos a pasear, de compras o a un pueblo, tomamos algo y pasamos la tarde. La prohibición de tomar un café a determinadas horas, indirectamente, afecta mucho al comercio de proximidad.

¿Estamos yendo hacia unas ciudades sin escaparates?

En este momento se diría que sí. Pero hace poco, se aprobó la Ley 15/2020 del Parlament, sobre las áreas de promoción económica urbana, llamadas APEUs. EL objetivo es asociar al pequeño comercio y a los Ayuntamientos para crear en la ciudad zonas de excelencia urbana, donde haya más vigilancia y más limpieza, vertebrando una nueva realidad del comercio de forma consensuada. Ahora, se quieren poner en marcha APEUs en Sant Andreu y el Barri Gòtic. No será fácil. Pero si sabemos aplicar esta ley en Barcelona y en todos los municipios catalanes, podría ser el revulsivo que hace falta.

¿Es lo que en otros países llaman “BIDs”?

Exactamente. En el extranjero los BIDs funcionan hace años, sobre todo en los países anglosajones, es decir, en el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

¿Seguirá APEUs el modelo de gestión anglosajón?

Los anglosajones han implantado unas leyes muy duras. Por ejemplo, el que está en un espacio BIDs ha de pagar obligatoriamente la cuota. Aquí lo estamos aplicando a través de una serie de votaciones, donde hemos de estar todos de acuerdo. Mucho más complejo, pero adaptado a nuestra forma de ser, más asociativa.

¿Tenemos precedentes?

Los Eixos Comercials, que son zonas de la ciudad donde se agrupó el comercio en torno a una calle o zona principal. Está bien. Es un poco el embrión del APEUs. Pero también provoca que las áreas colindantes queden vacías, secas. Antes, teníamos tiendas muy distribuidas. Ahora, se han ido concentrando en determinadas zonas. Eso crea otro modelo de ciudad. Un eje brillante, rutilante, con tiendas siempre abiertas. Pero al dar la vuelta a la esquina, como pasa en Sants, Hostafranchs, Gracia o Vía Julia, pues ya no hay nada.

«Antes, teníamos tiendas muy distribuidas. Ahora, se han ido concentrando en determinadas zonas. Eso crea otro modelo de ciudad. Un eje brillante, rutilante, con tiendas siempre abiertas. Pero al dar la vuelta a la esquina, como pasa en Sants, Hostafranchs, Gracia o Vía Julia, pues ya no hay nada»

¿Ni un colmado de los de “fuera”?

Si, tenemos suerte de los recién llegados, pakistanís, árabes o chinos, que se instalan en zonas de barrios donde no hay comercio. Es una ayuda. En este momento, con un Covid desbordado, una mortandad de tiendas horrible, sin ninguna ayuda del gobierno central y poca de la Generalitat, las ayudas y la comprensión vienen más de los Ayuntamientos, que están ayudando a definir entre todos qué futuro tendrá el sector.

¿Marcará el Covid un antes y después en el sector?

La pandemia lo que ha hecho es enseñarnos las vergüenzas a todos. No estábamos preparados para la venta on-line. El turismo nos ha cogido por sorpresa. Era un maná, no sólo por el turismo en si sino por como el transporte, servicios auxiliares como las lavanderías que trabajaban para hoteles y restaurantes. Estamos incardinados unos con otros y aunque no nos lo parezca, cuando algo va mal, a todos nos toca. Los compañeros de la calle que ha cambiado, o la gente que ya no se reúne de una manera.

«La pandemia lo que ha hecho es enseñarnos las vergüenzas a todos. No estábamos preparados para la venta on-line. El turismo nos ha cogido por sorpresa. Era un maná, no sólo por el turismo en si sino por como el transporte, servicios auxiliares como las lavanderías que trabajaban para hoteles y restaurantes».

Amazon cambia las normas y el modelo.

Lo primero que nos molesta es que fiscalmente, no tengan el mismo trato que nosotros. Podemos estar más de acuerdo o no, pero vivimos en un mundo de libre mercado. No nos podemos oponer a que surja una nueva fórmula de venta y le guste a la gente. Pero lo que no me parece lógico es que yo pague unos impuestos y que ellos, que con su actividad han afectado a mis ingresos, los paguen “vete a saber dónde”. Es una debilidad de los gobiernos europeos que nos preocupa, porque nosotros contribuimos a las carreteras, las infraestructuras, la educación y la sanidad de nuestro país.

¿Los considera una especie invasora?

Llegan, destrozan el tejido comercial, se te quedan los clientes y no se refleja en la presión fiscal. Hablamos de miles de millones de Euros y aún te diré más, incluso de un desprestigio a los que estamos aquí trabajando. Me preocupa mucho, porque, a la larga, creará un agujero.

¿Cómo van a plantarle cara?

Tenemos que poner en valor nuestra forma de ser. Nuestra ventaja es que estamos en la calle. Miramos a los ojos del cliente, le podemos preguntar cosas, sabemos del cliente y el cliente sabe de nosotros. Ellos hacen otra forma de venta, que hay a quien le gusta mucho porque es rápido, pam pam y mañana lo tienes en casa. La comodidad. A otro nivel, en vez de cine, tienes tu plataforma desde casa, sin desplazarte y en pantalones cortos. Lo queremos rápido, bueno, bonito y barato. Pero ¿y la gran cantidad de productos devueltos? Comporta una huella de carbono enorme. Y tampoco hablamos de la explotación infantil.

«Tenemos que poner en valor nuestra forma de ser. Nuestra ventaja es que estamos en la calle. Miramos a los ojos del cliente, le podemos preguntar cosas, sabemos del cliente y el cliente sabe de nosotros. Ellos hacen otra forma de venta, que hay a quien le gusta mucho porque es rápido, pam pam y mañana lo tienes en casa»

Hablemos, pues.

Estas plataformas de venta mundialistas se tendrían de repasar de arriba abajo. De dónde viene el producto, quien hace el producto, de qué se ha hecho el producto, qué coste tiene el producto, qué huella social y de carbono tiene, qué nos cuesta aquí no paguen impuestos… Todo esto se tendría que revisar, si no vamos mal. Como patronal estamos trabajando para que estos valores éticos se empiecen a entender, si no nos haremos daño, como sociedad y personas.

La administración ¿defiende a las grandes superficies, excepto cuando hay elecciones?

Cuando llegan las elecciones, ¡los mercados municipales somos los reyes! (ríe) Bueno, de alguna forma es lógico. Cuando acabó el franquismo, los políticos eran “de raza”. Ahora, una mayoría han empezado en los partidos como aprendices en una fábrica, y si hacen lo que les dice el jefe, van a una regidoría en un pueblo, y van ascendiendo. Y nos e si han ligado con el tejido económico de país. Si nunca has trabajado en una empresa, gestionado un negocio, pagado una nómina ni has tenido problemas a fin de mes, es muy difícil tener empatía. A veces piensas ¿usted me entiende?

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