Artadi tratará de desbancar a Colau en 2023 y convertir Barcelona en la «capital del Estado» catalán

El separatismo de derechas como freno al populismo de izquierdas. Esa parece ser la receta que prescribe la presidenta del grupo municipal de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona, Elsa Artadi, frente a la gestión de la ciudad llevada a cabo por la alcaldesa Ada Colau. Así lo expuso ayer por la tarde en el cine Phenomena de la Ciudad Condal ante 300 asistentes, entre los que figuraban el exalcalde de Barcelona Xavier Trias, el exteniente de alcalde y candidato de la formación en 2019, Joaquim Forn y el expresident Artur Mas, y donde se presentó como alternativa a la alcaldesa en las elecciones de 2023.

Y es que, según explicó Artadi, «quien gobierna la ciudad desde hace seis años nos había prometido una Barcelona saludable y social, pero en realidad nos está dejando una Barcelona empobrecida, caótica e insegura». Por ello, abogó por «no resignarse a que la ciudad continúe por este camino». En primer lugar, Artadi denunció el «drama de la movilidad» generado «por los que han convertido circular por Barcelona en una carrera de obstáculos para todos. Los coches, las motos, las bicis y, sobre todo, lo más importante: el peatón». En este sentido, una de las soluciones que propuso fue cubrir la Ronda de Dalt  «desde el Patronat Ribas hasta la plaza de Karl Marx» y «enlazar la Zona Franca con el Paral·lel a través del Morrot».

Guiños secesionistas

Por otra parte, fue muy crítica con las carencias en materia social del gobierno municipal de los comuns. Así, contra lo que cabía suponer, Barcelona «no es una garantía de ciudad social igualitaria y de bienestar», sino que «las desigualdades han crecido y la ciudad se empobrece». Asimismo, recordó que la seguridad constituye la «política más básica del estado del bienestar». «Nunca antes en la historia reciente de Barcelona habíamos sido víctimas de tanta inseguridad. Era el séptimo problema de la ciudadanía hace solo seis años y hoy es el primero», manifestó. Por último, hizo hincapié en su concepción nacionalista de la Ciudad Condal prometiendo que actualmente Barcelona es la «capital de una nación» pero que bajo su mandato lo «será de un estado».