Nuevas revelaciones que ponen de relevancia el vínculo mantenido entre el separatismo y el Ejecutivo ruso. Según informa El Confidencial, la mano derecha de Carles Puigdemont y actual director de su oficina en la Generalitat de Cataluña, Josep Lluís Alay, se fotografió junto a un retrato del presidente ruso, Vladímir Putin. La fotografía fue realizada en la sede del diario ruso Komsomolskaia Pravda durante su visita a Moscú en 2019 para recabar el respaldo del Kremlin a la secesión catalana. El rotativo es un medio muy cercano al líder ruso y uno de los que más volcados en difundir el punto de visto de Rusia de la invasión de Ucrania.
Como es sabido, a principios de septiembre, el prestigioso The New York Times, relató los contactos entre la mano derecha del expresident y los servicios de inteligencia rusos para conseguir apoyo al golpe secesionista contra la democracia española. A raíz de estas revelaciones, el pleno del Parlamento europeo pidió una investigación a fondo de dichas conexiones y, poco después, un informe de la comisión para analizar las campañas de desinformación y la injerencia extranjera en la Unión Europea presentada por la eurodiputada letona Sandra Kalniete constató la injerencia rusa en el procés.
Imputado en el caso Voloh
No son las únicas sombras que rodean a este colaborador estrecho de Puigdemont. La Fiscalía pidió tres años de cárcel y 17 de inhabilitación por pagar con fondos públicos un viaje de 2018 como observador del referendúm de Nueva Caledonia, a pesar de ser «ajeno a sus funciones». A su vez, está imputado por el caso Voloh por un supuesto desvío de fondos al procés, así como por la Audiencia Nacional por haber sido parte integrante Tsunami Democràtic, la organización que promovió en 2019 los tumultos tras la sentencia del procés.