La letrada de la Generalitat y miembro hasta este martes del Consell per la República, Dolors Feliu, es uno de los nombres que suenan con fuerza para suceder a Elisenda Paluzie al frente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que elegirá a su secretariado nacional el próximo mes de mayo. No será la única candidata con probabilidades de liderar la entidad ultraseparatista pues también se postula para el cargo Jordi Pesarrodona, ex concejal de ERC en Sant Joan de Vilatorrada y payaso.
Además de letrada de la comunidad autónoma, Dolors Feliu ha sido directora de los servicios consultivos y jurídicos de la Generalitat. Además, ha publicado diversos libros relacionados con el procés y, en los últimos tiempos, se ha volcado en la puesta en marcha del Consell per la República, la asociación con la que Carles Puigdemont pretende tutelar a Pere Aragonés desde Waterloo.
Feliu, según recoge El Nacional, medio en el que también ha colaborado como columnista, ha presentado ya su dimisión en esta entidad. Lo ha hecho en un escrito en el que también ha dado a conocer su objetivo de colaborar con otras entidades separatistas, lo que se ha entendido como una clara intención de suceder a Paluzie al frente de la ANC.
La ANC como complemento del Consell per la República
Jordi Pesarrodona, por su parte, ya anunció públicamente días atrás su intención de presentar su candidatura a la presidencia de la ANC, una entidad a la que se refirió como «herramienta movilizadora» que debe trabajar «codo con codo» con el Consell per la República.
Lo cierto es que, bajo la presidencia de Elisenda Paluzie, la ANC ha perdido a pasos agigantados la capacidad de dirigir el procés y, sobre todo, al propio Govern. Muy lejos queda ya el tiempo en el que, de la mano de una férrea Carme Forcadell, la asociación se permitía aprobar la que, supuestamente, sería la hoja de ruta hacia la independencia. Desde entonces, allá por 2012, hasta hoy, ha aprobado una media docena más sin haber conseguido ningún resultado.
Una cosa sí parece clara en estos momentos. Aunque ERC tenga cierta representación en el Consell per la República, se trata de una asociación que representa básicamente a Carles Puigdemont. Que la ANC pueda ser presidida por Feliu o por Pesarrodona, ambos cercanos al ex presidente fugado de la Justicia, solo puede convertirse en un problema para ERC y Pere Aragonés. Entre ambas entidades, no será difícil incrementar la presión sobre el presidente autonómico, que intenta hacer equilibrios entre la utopía de la ruptura con España y la realidad impuesta en Cataluña por el procés, la pandemia de COVID-19 y, ahora, las consecuencias de la no tan lejana guerra de Ucrania.
