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21 de enero: cita en Madrid por la concordia y la Constitución

Pedro Sánchez en el XXVI congreso de la Internacional Socialista (PSOE).

Lamentaba Javier Marías en una de sus columnas dominicales tras las elecciones generales celebradas el 9 de noviembre de 2019 haber votado a quien pocas horas después de conocerse los resultados que le otorgaban la victoria por un escaso margen había hecho lo que había prometido a sus electores no iba a hacer nunca: pactar con Unidas Podemos un gobierno de coalición que avergonzó a algunos de sus votantes, como el propio Marías, y resulta cada vez más penoso de sobrellevar a tantos españoles de izquierdas y derechas. Marías ya no está entre nosotros para decirnos lo que piensa de todas las cesiones hechas por el actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno para contar con el apoyo de todas las fuerzas políticas que sostienen a su Gobierno en el Congreso, y aunque resulta plausible pensar que no habría vuelto a votar en 2023 a quien sin pudor alguno le engañó en 2019, de algo sí podemos estar seguros que de hacerlo no podría aducir en su descargo sentirse engañado. Hago esta referencia al novelista y articulista desaparecido el 10 de septiembre de 2022 porque algunos echamos en falta su voz independiente y reflexiva en este corral tan nublado, a pesar del incansable sol que todo lo baña y adormece. 

Algo difícilmente perdonable a los gobiernos de Sánchez desde el 1 de junio de 2018 es haber resucitado y alimentado el sectarismo ideológico que tan dañino resultó para la convivencia entre españoles en el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, y el estar realizando concesiones políticas a quienes persiguen abiertamente acabar con el entramado constitucional fruto de una transición política ejemplar, el único en nuestra convulsa y trágica historia que ha posibilitado a los españoles durante las últimas décadas del siglo XX sentirnos ciudadanos iguales ante la ley, y disfrutar de libertad, paz y prosperidad, tres logros muy difíciles de alcanzar al mismo tiempo. Si bien su posición al frente del PSOE y del Gobierno asegura a Sánchez la fidelidad interesada de la mayoría de los militantes de su partido, cada día son más numerosos los líderes de su propio partido que alzan su voz contra unas políticas que enrarecen la convivencia cordial y ponen en peligro el orden constitucional nacido de un pacto histórico entre los herederos del franquismo y los opositores a la dictadura. 

Resulta fácil para el aparato de propaganda monclovita descalificar por ‘fachas’ a todos los líderes de la oposición opuestos a sus políticas ‘progresistas’

Entre los líderes históricos del PSOE que han manifestado opiniones en contra del gobierno de coalición con Unidas Podemos y de las concesiones políticas hechas a los golpistas catalanes y a los herederos de ETA, sobresalen, además del expresidente González y el exvicepresidente Guerra, varios ministros socialistas como Alberdi, Corcuera, Cosculluela, García Vargas, Zapatero (Virgilio, se entiende), expresidentes de CC. AA. como Leguina y Rodríguez Ibarra, alcaldes tan notables como Vázquez, dirigentes del PSE-EE, como Redondo, víctimas de ETA como Madina y Múgica, exmilitantes como Díez, y hasta voces tan autorizadas como el actual presidente de Castilla La Mancha García Paje, al que con toda seguridad Sánchez se la tiene jurada, y con la voz algo menos  firme y entonada de Lambán, presidente de Aragón.

Pero se han escuchado también las voces de directores históricos del diario El País como Cebrián y Caño en contra del ataque frontal de Sánchez y el posicionamiento de conocidos escritores comprometidos con la defensa de la democracia española como Azúa, Boadella, Savater o Trapiello. Aunque resulta fácil para el aparato de propaganda monclovita descalificar por ‘fachas’ a todos los líderes de la oposición opuestos a sus políticas ‘progresistas’, resulta mucho más difícil hacerlo cuando quienes dejan oír su voz contraria a esos pactos infames son líderes históricos de su propio partido, muchos de los cuales desempeñaron un papel protagonista en el advenimiento y consolidación de la democracia en España y pueden exhibir un currículum bastante más meritorio que el del actual inquilino de La Moncloa. O incluso cuando lo hacen exdirectores de periódicos y escritores como los citados a los que, con independencia de otras valoraciones, difícilmente puede colgárseles el sambenito de fachas.

Otros han aguardado a que se produjeran las vergonzosas reformas ‘quirúrgicas’ del Código Penal introducidas por el Gobierno a instancias de ERC

Aunque algunos echamos de menos que algunos líderes del PSOE hayan tardado tanto en dar el paso y hayan permanecido demasiado tiempo agazapados en sus cómodos nichos sin denunciar la vulneración de derechos fundamentales que se han visto obligados a soportar todos los españoles residentes Cataluña que no comulgaban con el espíritu de construcción nacional, mucho más acusado, por cierto, a partir de la llegada del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) al gobierno de la Generalidad en 2003, bienvenida sea su incorporación a las personas y organizaciones que han venido librando una batalla desigual en Cataluña, primero contra las políticas de inmersión lingüística de los gobiernos de Pujol, Maragall y Montilla, y, en la última década, contra el proceso de transición a la independencia impulsado y financiado por los gobiernos de Más, Puigdemont-Junqueras, Torra y Aragonés (-Junqueras).

En algunos casos, se han tenido que producir los vergonzosos indultos a los golpistas que aprobaron la Ley del referéndum de autodeterminación de Cataluña y la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república catalana los días 6 y 7 de septiembre de 2017, y acabaron por proclamar la independencia en el Parlamento de Cataluña el 27 de octubre de 2017, para mostrar abiertamente su oposición a Sánchez. Otros han aguardado a que se produjeran las reformas ‘quirúrgicas’ del Código Penal introducidas por el gobierno de Sánchez a instancias de ERC a cambio del apoyo de los republicanos al proyecto de PGE 2023, y a los intentos de Moncloa para asegurarse una mayoría en el Tribunal Constitucional predispuesta a estudiar la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña y abortar de raíz la posibilidad de que el Tribunal Supremo pueda juzgar a los sediciosos y malversadores tras la próxima intentona. Como economista profesional me preocupa también sobremanera el descaro con que Sánchez está impulsando un régimen caciquil, utilizando los Presupuestos Generales del Estado no para producir bienes y servicios públicos, sino para ganarse a colectivos con un peso electoral  apreciable, y para controlar instituciones claves como la CNMC, la CNMV, las empresas públicas y hasta organismos del Estado que como el INE tienen encomendado proporcionar información fiable para valorar la situación económica y la gestión gubernamental. 

Lejos de ser fachas recalcitrantes y nostálgicos del pasado, son simples ciudadanos que vivieron con ilusión y esperanza la transición

La mayoría de las personas que rechazan hoy la gestión de los gobiernos presididos por Pedro Sánchez desde el 1 de junio de 2018, lejos de ser fachas recalcitrantes y nostálgicos del pasado, son simples ciudadanos que vivieron con ilusión y esperanza la transición de la dictadura a la democracia, aunque tampoco faltan líderes y militantes históricos del PSOE. El próximo 21 de enero muchos de nosotros acudiremos a la manifestación convocada en Madrid para denunciar el incumplimiento de las promesas electorales; la desastrosa gestión de la pandemia que causó un exceso de mortalidad de 150.000 personas; la colocación de personas afines a Sánchez en organismos encargados de controlar la gestión gubernamental; los vergonzosos indultos a Junqueras y al resto de líderes golpistas y las recientes concesiones a ERC y EH-Bildu para sacar los presupuestos de 2023; la descarada ocupación de organismos y empresas públicas por personas afines Moncloa; la corrupción de los EREs en Andalucía y la financiación irregular del partido en Valencia; las interferencias del Gobierno en la capacidad normativa cedida a las CC. AA.; etc.

Estaremos en Cibeles (y en Colón), Sr. Sánchez, para decir Basta Ya, en defensa de la igualdad y la convivencia cordial entre los españoles y el ordenamiento constitucional, hoy seriamente amenazados por sus turbias y deshonestas alianzas con quienes siempre rechazaron nuestra Constitución y las instituciones democráticas surgidas de ella, las combatieron incluso con el terrorismo más cruel imaginable, y ahora pretenden liquidarlas con la inicua colaboración del Gobierno que usted preside.

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1 COMENTARIO

  1. ¿HASTA CUÁNDO , PEDRO SÁNCHEZ, VAS A SEGUIR ABUSANDO DE NUESTRA PACIENCIA?¿QUÉ TE HABRÁ PROMETIDO SOROS , SÁNCHEZ?
    «ROMA NO PAGA A TRAIDORES».

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