El separatismo catalán, una vez más, está ofreciendo estos días su peor cara con la persecución contra una joven enfermera del hospital Vall d’Hebron que en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok se quejó de la necesidad de obtener el nivel C1 de catalán para poder acceder a las oposiciones en esta comunidad autónoma. Cierto es que la joven no fue muy afortunada en las expresiones pero, a cambio, los ataques que está sufriendo por parte de los independentistas son del todo inaceptables.
Al ataque del mismo conseller de Salud, Manel Balcells, que anunció el jueves la apertura de un expediente contra esta profesional, se han sumado otras caras tan conocidas como las del ex diputado de Junts y cantante Lluís Llach, quien ha exigido su despido en un mensaje publicado en Twitter.
El señalamiento de los separatistas ha llevado a la joven a tramitar su baja por estrés en el hospital de referencia catalán. Andaluza y de 25 años, Begoña Suárez trabaja en el área de Pediatría desde el verano de 2022. Llegó a Barcelona como parte del contingente de enfermeros procedentes de Andalucía que tuvo que contratar el Govern para poder afrontar las necesidades de este área en Cataluña. Según recoge El Mundo, su contrato acaba el próximo día 31.
Más cuidadoso que Llach y que otros separatistas ha sido el presidente del Colegio de Médicos, Jaume Padrós. Este profesional sanitario de la órbita de Junts no ha criticado abiertamente a la enfermera pero sí ha publicados algunos mensajes remitiendo a estudios que justifican que tenga que conocer las dos lenguas de una comunidad bilingüe. Padrós, eso sí, ha retuiteado mensajes de otros en los que se critica, incluso, que la enfermera lleve las uñas pintadas.
Medios separatistas como El Nacional de José Antich han activado encuestas para ver si Salud debe o no despedir a la enfermera por el simple hecho de haber ejercido su libertad de expresión. Una libertad que, visto lo visto, no ha agrado a los lectores del digital más subvencionado de España. De las 23.415 personas que habían votado a media tarde de este viernes, un 74% lo ha hecho a favor del despido.
En la jauría no han faltado los tuits de personajes como Jair Domínguez, que acostumbra desde TV3 a insultar a España y a los españoles de forma habitual. El ex líder de la CUP Antonio Baños ha pedido, por su parte, que sea despedida por no llevar mascarilla en el lugar de trabajo. Nadie diría que el cupaire pudiera ser tan quisquilloso.
