Es conocido que la izquierda española —con la excepción de la articulada en torno al grupo El Jacobino— sostiene en la cuestión lingüística las mismas tesis que el nacionalismo catalán, por lo que aboga por la exclusión del castellano en la Educación catalana. Respecto a Sumar, la plataforma liderada por Yolanda Díaz ha dejado clara esta semana que su postura es inequívoca: defenderán con energía el sistema lingüístico catalán, que excluye sistemáticamente al castellano —lengua oficial y materna de la mayoría de los catalanes— como lengua vehicular en la escuela.
Así, la cabeza de lista de Sumar-En Comú Podem, Aina Vidal, realizó recientemente una defensa cerrada de la inmersión, a la que se referiró como «nuestro éxito» y el «patrimonio y la conquista de la gente trabajadora». Siendo así, prometió que, mientras gobierne Sumar, jamás permitirá que se toque la inmersión. Por su parte, Candela López, nueva vicepresidenta de la Diputación de Barcelona, criticó ayer que se vuelva a «judicializar la inmersión lingüística» y atacó la «imposición del 25% de castellano». «Defenderemos nuestra lengua», aseveró López.
