La madrugada del sábado, los Mossos d’Esquadra arrestaron en su domicilio de Arbeca (Lleida) al alcalde Sergi Pelegrí, de 46 años y militante de Esquerra Republicana.
La operación se produjo tras recibir una denuncia por presuntos malos tratos en el ámbito familiar: Pelegrí habría empujado y arrojado por las escaleras a su expareja, según la Agència Catalana de Notícies.
Hincó el diente a un agente
Durante el arresto, el regidor se habría resistido a la acción policial y mordió en el hombro a un agente de los Mossos, lo que ha añadido una acusación por atentado contra la autoridad.
Pelegrí, que dirigía el Ayuntamiento desde 2019 y revalidó la alcaldía con mayoría absoluta en 2023 —con cerca del 49 % de los votos—, es también director de la Escola Abat Ruera en Puiggròs y consejero en el Consell Comarcal de les Garrigues. Fue trasladado a la comisaría de Les Borges Blanques y permanece detenido a la espera de pasar a disposición judicial.
Reacción de ERC
Esquerra Republicana reaccionó de inmediato, suspendiéndolo de militancia de forma cautelar y exigiendo su renuncia “inmediata” a todos los cargos institucionales.
El partido subrayó que los hechos son “absolutamente incompatibles” con sus valores y su política de “tolerancia cero” ante la violencia machista y las agresiones a la autoridad.
Reacción de la oposición y estado de la causa
Desde la oposición, Compromís per Arbeca –vinculado al PSC– se sumó a la petición de dimisión, insistiendo en que, aunque debe respetarse la presunción de inocencia, el comportamiento que se le atribuye es “incompatible con el cargo público”.
En Arbeca, un municipio de apenas 2.000 habitantes, la noticia ha sacudido la rutina local. Lo que empezó como una denuncia por malos tratos se ha convertido en un escándalo político que pone en cuestión la imagen del gobierno municipal.
La causa sigue abierta por violencia en el ámbito familiar y atentado contra la autoridad, y queda pendiente que el juez decida si se dicta prisión provisional, alguna medida cautelar o libertad con cargos.