Los vecinos del barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs conviven asiduamente con tiroteos. Esta noche, mientras la mayoría de conciudadanos despedían la Fiesta Mayor en la Plaza de la Vila, en uno de los enclaves más marginales de Cataluña se registraba nuevamente un intercambio de balazos.
Sospechas
La noticia, avanzada por El Caso, ha corrido como la pólvora esta mañana. Fuentes policiales confirman que aún desconocen quienes participaron en esta trifulca armada. Sin embargo, sospechan que podría tratarse de clanes de familias gitanas.
El suburbio de esta pequeña localidad del área metropolitana se ha convertido en uno de los epicentros del tráfico de estupefacientes en la autonomía catalana. Al parecer, la reyerta se habría iniciado en la calle Marte, reuniéndose allí decenas de personas de etnia gitana municionadas, que infundieron el miedo entre los transeúntes. No se reportaron heridos y Mossos d’Esquadra ya ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.
Sin respuesta política efectiva
Este tipo de incidentes agravan el estado de un barrio en el que residen más de 10.000 personas. La propia Asociación de Vecinos de La Mina, encabezada en la Comisión de Territorio y Vivienda por Antonio Pinel, ya denunció en sede parlamentaria que el vecindario está “superado”,reclamando al Ejecutivo “más seguridad y limpieza”.
Unas exigencias que, a tenor del PSC, quedaron recogidas en el plan de “Transformación y futuro del barrio de La Mina 2025-2030”, presentado por el propio president Illa ante los medios de comunicación. Sin embargo, los vecinos lamentan “la impunidad de cuatro familias que campan a sus anchas” y critican la inacción de la alcaldía, también socialista, que en marzo de este mismo año prometió «pacificar” este emblemático barrio de Sant Adrià.