Despiden a Elisa Beni de elDiario.es por defender al Supremo — Repasamos razones, respuestas en X y debate sobre si el despido se justifica o castiga la disidencia.
La periodista y jurista Elisa Beni ha anunciado en X que deja de colaborar con elDiario.es después de más de diez años como columnista, tras recibir la comunicación de su despido. Según su propio relato, el detonante son sus mensajes defendiendo al Tribunal Supremo frente a una información del digital sobre tres magistrados que impartieron un curso remunerado en el Colegio de Abogados de Madrid después de condenar al exfiscal general Álvaro García Ortiz. Para Beni, el texto no describe un conflicto de intereses real, sino una maniobra para desacreditar a los jueces que han firmado una sentencia incómoda para el Gobierno.
Estimados lectores, ya que muchos teníais la amabilidad de serlo.: Tras más de una década escribiendo dos columnas a la semana en eldiario, mañana ya no me leeréis. El motivo de mi despido es que consideran un desprecio a la cabecera mi opinión en redes sobre la insidia de…
— Elisa Beni (@elisabeni) November 26, 2025
En su hilo, Beni resume así el motivo alegado por la empresa: su opinión en redes sobre “la insidia de manchar o invalidar” a magistrados del Supremo se considera un desprecio a la cabecera. Recalca que, tras una década de dos columnas semanales, deja de poder escribir allí por no coincidir con la forma en que el medio enfoca el caso del exfiscal general. La periodista sostiene que “la militancia obliga a una verdad de carné” y que el mensaje que se lanza a cualquier colaborador crítico es disuasorio: mejor no salirse del guion cuando la polémica afecta al relato del sanchismo sobre la Justicia.
Lamento tu salida, Elisa. Pero no puedo permitir que una columnista insulte a los periodistas de @eldiarioes y los acuse de manipular. pic.twitter.com/DmPkQEn1Ol
— Ignacio Escolar (@iescolar) November 26, 2025
La respuesta del director, Ignacio Escolar, ha llegado también en X. El periodista lamenta la salida de Beni, pero afirma que no puede permitir que una columnista llegue a “insultar” a los periodistas del medio y a acusarlos de “manipular” en público, acompañando su mensaje de capturas de los tuits polémicos. En un segundo comentario aclara que discrepar de la línea editorial entra dentro de lo aceptable, pero no desacreditar el trabajo de la redacción desde fuera. Aquí aparece el choque de fondo: ¿está protegiendo la autonomía del equipo o blindando una determinada lectura del caso García Ortiz y del papel del Supremo?
El contexto personal de Beni tampoco es neutro. Un juez le reclama 300.000 euros, dos años de prisión y una posible inhabilitación profesional por varios textos que habrían lesionado su honor; el procedimiento está en fase de conciliación previa, sin juicio celebrado ni sentencia firme. Para algunos observadores, ese frente judicial y su reciente giro a posiciones más críticas con el Gobierno refuerzan su imagen de voz incómoda; para otros, cuestionan su fiabilidad como analista y explican el enfado interno que ha ido acumulando a su alrededor.
Las reacciones en la red social X no se han hecho esperar. Como suele ser habitual, habido opiniones contrapuestas, tanto a favor como en contra de su salida de este medio.
Llamas piara al director y a dos subdirectores del medio donde escribes y te extraña que prescindan de tu colaboración.
— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) November 26, 2025
Lo que se hace para victimizarse y lograr el favor de la carcunda.
He discrepado (y discrepo) en muchísimas cosas con Elisa Beni. Hemos tenido sonoras discusiones públicas. Pensamos y concebimos el Estado, el feminismo o el Derecho de maneras, a veces, opuestas. Ahora bien, siempre ha sido un debate de nivel, libre, desde el respeto, con…
— María Jamardo (@MariaJamardoC) November 26, 2025
Acaban de despedir a Elisa Beni del @eldiarioes por denunciar la vergüenza que supone el que este medio intentara manchar la imagen del Tribunal Supremo por unos cursos a los abogados de oficio.
— Emilio Montilla (@EmilioMontilla_) November 26, 2025
Mucha fuerza y ánimo, Elisa. Tú sí eres una periodista de verdad con criterio… https://t.co/KiJkn78hLV
La clave sigue abierta: si el motivo real es la pérdida de confianza por un choque público con la redacción, el despido puede encajar en la lógica de cualquier medio privado; si la causa es, en la práctica, haber defendido al Supremo, el caso apunta a un problema de tolerancia a la discrepancia en cierta izquierda mediática. De momento, no hay indicios claros de presiones externas más allá de afinidades ideológicas y del clima político generado por la condena al exfiscal general.
La discusión queda servida: cuando una periodista sale por cuestionar el relato contra los jueces, ¿estamos ante un ejercicio legítimo de coherencia editorial o ante un aviso de que criticar la estrategia comunicativa del Gobierno tiene un coste incluso dentro de los medios afines?





