El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ha iniciado este viernes sus vacaciones acompañado de su familia. El destino escogido ha sido Lanzarote y la duración de las mismas nada menos que 23 días. Un lujo que pocos españoles pueden permitirse hoy en día. Y un lujo que en redes sociales como X ha causado una gran indignación.
Sánchez se alojará en la residencia real de La Mareta, propiedad de Patrimonio Nacional. Lo hará con un despliegue de seguridad mucho más abultado que el de años anteriores. Y es que el presidente es consciente de que no puede ni tan siquiera pisar la calle sin ser abucheado e insultado, como se ha visto en numerosas ocasiones en los últimos meses. Según recoge La Razón, el presidente se ha desplazado a la isla acompañado de miembros del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, una unidad de élite de la Benemérita.
El operativo, según el mismo medio, está integrado por unos 40 guardias civiles y se basa en la creación de un anillo de seguridad en torno a la residencia, con un radio de 400 metros (antes era de 200 metros).
Persona non grata en la isla
El presidente, pues, empieza sus vacaciones de verano en un destino de ensueño mientras muchos españoles lo critican duramente. La indignación es tal que el PP de Lanzarote propuso llevar al último pleno celebrado en el Cabildo de la isla una moción cuyo objetivo era declarar a Sánchez persona non grata en Lanzarote. El debate no fue posible porque el PSOE, con el respaldo de Coalición Canaria y el Grupo Mixto decidió retirarla del orden del día.