La enmienda a la totalidad de devolución presentada por Junts per Catalunya sigue hacia delante. De nada han servido los cantos de sirena de Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, que persegue rebajar la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales.
El mercado laboral español no podría asumir la reforma
La formación que lidera Carles Puigdemont considera que esta iniciativa “no cuenta con la unanimidad de las partes del diálogo social”. Tampoco ven factible reducir el tiempo de trabajo en una sociedad como la española, “donde las empresas tienen dificultades para cubrir los puestos de trabajo que crean y crece el absentismo laboral”.
Los neoconvergentes señalan que dar curso a esta reforma afectaría “gravemente” a las pymes y podría generar un efecto inverso al deseado: descender la ocupación laboral. Califican de “imposición” el Proyecto Ley acordado por el PSOE y Sumar, y temen que el tejido empresarial de base se vea expuesto a grandes sanciones económicas que limiten su actividad. Míriam Nogueras, portavoz del partido nacionalista, ya habría comunicado a Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, su decisión.
Movilizaciones de CCOO y UGT
Una negativa que ha indignado a los sindicatos. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha publicado en ‘X’; “Las enmiendas a la totalidad de PP, Junts y Vox quieren borrar las aspiraciones de millones de personas trabajadoras, a pesar de que es una medida que apoya el 72% de la ciudadanía”. Su homólogo en CCOO, Unai Sordo, también optó por cargar en redes, difundiendo una intervención en la que acusa a los diputados de Junts de contar con “importantes patrimonios e impedir modificar la jornada laboral de los currelas”. “Lo que el dinero ha unido, que no lo separen las banderas”, afirmaba irónicamente en el vídeo Sordo, equiparando a los de Puigdemont con PP y Vox.
Ante este escenario, los dos sindicatos de mayor envergadura del panorama nacional han decidido convocar mañana, a las 16:00 horas, movilizaciones apoyando la reducción frente al Congreso de los Diputados. La vicepresidenta Díaz, en cambio, ha preferido mantener la cautela antes de la votación de hoy en la Cámara. Sin embargo, según apuntan todos los indicios, su propuesta contará con el voto desfavorable de PP, Junts, UPN y Vox.