Marta Riumbau pierde al bebé que esperaba, en su sexta semana de embarazo. Por precaución, la influencer prefirió no compartir que estaba embarazada, a pesar de que todo marchaba bien. En ese tiempo, la creadora de contenido estaba enfocada en su hija Julieta, de un año, quien también nació mediante fecundación in vitro.
El vídeo
«Hoy debería haber sido un domingo normal, pero esta madrugada he sufrido un aborto», compartió Marta. «Nadie sabía que estaba embarazada», confesó, ni siquiera su propia familia. Recordó que, con Julieta, tampoco se permitió ilusionarse demasiado: «Pasan muchísimas cosas como esta; es mucho más común de lo que parece», reconoció.
Según explica, todo iba bien hasta que a principios de semana tuvo un sangrado. «Me pasó lo mismo que con Julieta, fui a la clínica, me exploraron y estaba todo bien», ha contado. Sin embargo, el viernes por la noche volvió a sangrar y acudió a urgencias: «Allí ya se pudo ver el hematoma, pero estaba dentro de lo malo en lo mejor, porque no iba a arrastrarlo. Me dijeron que me pinchara otra vez progesterona y me fui con muchísimo dolor», admitió. «Me fui a la cama con tal dolor que dije, esto es imposible que sea bueno. Era como contracciones y de alguna forma ya lo sabía».
Según explicó, experimentó «un dolor muy intenso, punzante y localizado». «Me desperté sin molestias ni náuseas y, no sé por qué, fui directamente a ducharme… y se produjo el desprendimiento. Era algo muy claro, muy evidente», relató. «Me sorprendió la frialdad con la que reaccioné. Ahora me estoy derrumbando un poco más, pero supongo que fue por Julieta o porque, de algún modo, ya lo presentía», añadió. Aunque reconoció que no le resultaba fácil hablar del tema.
Su decisión
Un momento especialmente doloroso la ha llevado a tomar una decisión definitiva. «No voy a volver a intentarlo y no va a haber un bebé arcoíris», declaró, poniendo fin a las preguntas más frecuentes de sus seguidores. «Os estoy leyendo, pero no me hace bien hablar del tema», reconoció la influencer catalana. Explicó además que se trataba de su último embrión y que, desde el inicio del proceso en septiembre, tenía claro que si algo salía mal no volvería a someterse a nuevos ciclos.
Marta Riumbau admitió que, de no ser madre de Julieta «lo intentaría hasta el último óvulo». Sin embargo, en este momento no desea volver a someterse a tratamientos hormonales «sin que nadie pueda asegurarle conseguir un número determinado de embriones». Además, recordó que han pasado tres años desde el proceso anterior y que, por ello, ahora serían «de peor calidad».
Su testimonio
La influencer ha querido visibilizar una experiencia que, como ella misma señaló, «es mucho más común de lo que parece», recordando la importancia de hablar con naturalidad sobre la pérdida gestacional y el proceso emocional que conlleva.
