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La oficina balear que expedienta a los médicos que usan el español

El nacionalismo insular, cuyas tesis han sido asumidas por los socialistas, ha emprendido una campaña para terminar con las «agresiones lingüísticas»

La presidenta del Congreso, Francina Armengol. EP.

Aunque el conflicto lingüístico en torno a la imposición del catalán suele tener como escenario Cataluña, no siempre es así. Hace dos semanas, fue fuente de polémica la noticia de que una sencilla denuncia ante la Oficina de Derechos Lingüísticos por no atender en catalán será suficientes para que el Govern balear, presidido por la socialista Francina Armengol, abra un expediente a médicos y enfermeros. Así lo acordó el Ejecutivo, formado por PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més, en una reunión de urgencia tras las protestas nacionalistas en redes por el caso de una anciana de 79 años catalanoparlante que el mes anterior fue atendida en castellano.

Pero, ¿cómo funciona dicha oficina? Según cuenta un reportaje de El Español, la oficina se encarga de tramitar todas las reclamaciones sobre vulneración de derechos lingüísticos, así como recoger sugerencias sobre cómo hacerlos efectivos. Sin embargo, aunque sobre el papel la oficina nació para defender el uso de cualquiera de las dos lenguas oficiales en Baleares, la secretaria autonómica de Universidad, Investigación y Política Lingüística, Agustina Vilaret, explicó en su presentación que «los derechos de que son más probables que sean vulnerados son los de las personas que eligen utilizar el catalán», realidad que se encuentra tras la creación de la oficina. Por su parte, el socialista Marti March se pronunció en la misma línea: «La oficina ayudará a visibilizar el problema que supone que demasiado a menudo los catalanoparlantes tengan que renunciar al uso de su lengua». Un renuncia que, precisó, podía ser «muy dolorosa».

Campaña nacionalista en el ámbito sanitario

En los nueve meses desde que existe la Oficina, se han recibido 145 denuncias, de las que 58 (un 40%) se han producido en el ámbito sanitario, joya de la corona del proyecto de imposición del catalán impulsado por el nacionalismo balear. Y es que desde que estalló el caso de anciana arriba mencionado, la campaña contra las «agresiones lingüísticas» no han dejado de crecer: pintadas en los hospitales, movilización en las redes y abundantes declaraciones de políticos. Este asedio podría ser el motivo que ha llevado a Armengol a asumir las tesis lingüísticas de sus socios de gobierno, los nacionalistas de Més Mallorca, y ejercer presión sobre los médicos que atienden en castellano.

Óscar Benítez
Óscar Benítez
Periodista de El Liberal. Antes, fui redactor de Crónica Global y La Razón; y guionista de El Intermedio.

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