El pasado 2 de septiembre, Saint-Gobain presentaba un ERE que afecta a 122 empleos directos en su planta de Glass, situada en L’Arboç del Penedès. Tan solo cuatro días después, la plantilla anunciaba el inicio de una huelga indefinida, con la que convocaba varias movilizaciones, algunas muy sonadas como el corte de la N-340, que reunió a 400 personas el pasado 6 de septiembre. El calendario de acciones reivindicativas arrancaba tras la reunión de mediación realizada el pasado 2 de septiembre y que finalizó sin acuerdo entre ambas partes.
Ahora, el comité de empresa anuncia una concentración este miércoles ante el Parlament de Catalunya, a las 11 horas. Tan solo una hora después, se prevé que una representación del comité de empresa sea recibida por diferentes grupos parlamentarios, a los que les expondrán la situación que atraviesan.
La situación actual del horno y los trabajos de mantenimiento realizados durante el confinamiento, garantizan su viabilidad hasta el año 2022, teniendo en cuenta que se facturaron 10,5 millones de euros el pasado ejercicio
Un cierre que impactaría, de lleno, en el Baix Penedès
Una vez presentado el ERE, y en pleno período de consultas, Comisiones Obreras exige a la multinacional que reconsidere su decisión de cerrar la planta, donde se producen vidrios para todo tipo de vehículos. El sindicato insiste en que la situación actual del horno y los trabajos de mantenimiento realizados durante el confinamiento, garantizan la viabilidad de este horno hasta el año 2022. También recuerdan que la productividad y rentabilidad de la planta, cuya facturación alcanzó los 10,5 millones de euros durante el año pasado, justifican las inversiones necesarias para garantizar la continuidad de la actividad en la instalación.
Días atrás, la Generalitat se comprometía a mediar entre la multinacional francesa y los sindicatos, a fin de hallar una solución que paralice el cierre de la planta en L’Arboç del Penedès. Y hace unas horas, el Ministerio de Industria ha asegurado que intercederá con la dirección de la multinacional para estudiar alternativas al cierre, que pondría en riesgo 122 puestos de trabajo directos y 1.000 indirectos, entre proveedores y subcontratas en la zona del Baix Penedès.