Tras ocho años consecutivos registrando cifras récord, nada hacía presagiar que la actividad turística frenaría en seco a partir del pasado mes de marzo, sobre todo tras un inicio de año de lo más prometedor, por culpa del COVID-19. Desde entonces, el sector ha ido a la baja, sobre todo en términos de ocupación, en todo el mundo. En nuestro país, el desplome ha sido notable debido al peso que tiene la industria turística en la economía nacional.
Caídas superiores al 60 y 70% en turistas y pernoctaciones
El panorama que le espera a la actividad turística es poco halagüeño, si nos basamos en los datos facilitados a finales de octubre, con caídas del 65,83% en visitantes y del 70,96% en pernoctaciones con respecto al mismo período del año anterior. Según fuentes de CCOO, hemos recibido 56 millones menos de visitantes y 196 millones menos de pernoctaciones. Asimismo, el número de plazas hoteleras se ha reducido un 51,77% y el empleo ha retrocedido un 60% en toda España. Las previsiones turísticas son muy inciertas de cara a los próximos meses, ya que dependerá de la evolución de la pandemia en los principales países emisores de turistas extranjeros como Reino Unido, Alemania, Francia o Italia.
Según fuentes de CCOO, hemos recibido 56 millones menos de visitantes y 196 millones menos de pernoctaciones. Asimismo, el número de plazas hoteleras se ha reducido un 51,77% y el empleo ha retrocedido un 60% en toda España
Cae el número de afiliados a la Seguridad Social en la hostelería
A finales de octubre, el descenso en la afiliación a la Seguridad Social ha sido de un 15,89% (-270.946 trabajadores), situándose en 1,43 millones de cotizantes, dentro del sector de la hostelería. El Régimen General registraba una caída de un 19%, afectando a un total de 265.732 afiliados; a los que se han sumado otras 220.090 personas todavía acogidas a ERTEs, de manera que, en total, se han perdido cerca de medio millón de empleos (491.036).
Por comunidades autónomas, Baleares encabeza el listado de comunidades autónomas donde más ha bajado la afiliación a la Seguridad Social, con una caída de un 52,50% (63.874 personas), seguida de Cataluña, con una tasa de un 15,82% y 43.775 personas. El tercer territorio donde se ha contabilizado un descenso importante en términos relativos es Andalucía, 15,31%, aunque supera en términos absolutos a Cataluña, con un retroceso en número de afiliados de 43.832 personas. Le siguen Madrid y Canarias con 30.658 y 20.908 cotizantes menos, respectivamente.
La restauración, también en la «cuerda floja»
La restauración también pasa por “horas bajas” tras el decreto de alarma aprobado por el Gobierno hasta el próximo 9 de mayo, debido a la evolución de la segunda ola y de los rebrotes en todo el país. Por ejemplo, se han decretado restricciones de horarios, pero también de aperturas en función del territorio. Por ejemplo, bares y restaurantes de siete provincias andaluzas cerrarán sus puertas a partir de las 18 horas; mientras que en Granada directamente ya no abrirán durante dos semanas.
Los parones más prolongados se llevarán a cabo en comunidades autónomas como Cataluña, Asturias, La Rioja, Castilla-León, Murcia, País Vasco, Cantabria, Navarra y Melilla, donde la restauración baja la persiana durante un mes como mínimo. Por eso, desde CCOO proponen que se convoquen mesas de diálogo social, donde participen todos los agentes relacionados, con el propósito de analizar la situación de cada sector perjudicado y consensuar ayudas para las empresas y su personal, que se empleen los ERTES para evitar el empleo y comprobar si se siguen, y hasta qué punto, las Guías y Protocolos de Seguridad contra el COVID-19.