SIL

ERC y Puigdemont convierten Cataluña en una jaula de grillos sin Govern

Los intereses y los vetos cruzados hacen casi imposible alcanzar acuerdos que permitan formar un nuevo Ejecutivo

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. EP.

Tres meses después de las elecciones del 14-F, Cataluña sigue sin Govern y, lo que es más grave, convertida en una jaula de grillos en la que las declaraciones de los partidos que podrían gobernar generan únicamente confusión y más inestabilidad. Mientras el COVID-19 sigue arrasando con la economía y la sociedad catalanas, los principales responsables de esta situación, ERC y Junts, el partido de Carles Puigdemont, mantienen su tradicional batalla. Se odian pero, a la vez, se necesitan para retener en sus manos el increíble entramado de privilegios e intereses creado al amparo del Ejecutivo autonómico catalán y, sobre todo en la última década, el generado con la excusa de la independencia.

Carles Puigdemont en el Parlamento europeo (Europa Press).

Si el miércoles ambas formaciones anunciaban, de la mano de Guanyem-CUP, un principio de acuerdo para salvar la investidura del republicano Pere Aragonés como presidente de la Generalitat y mantener al margen del Govern todo lo relacionado con la independencia, este jueves el titular es que ERC sigue adelante con su objetivo de gobernar en solitario aunque sin cerrar puertas a la negociación con los de Puigdemont.

No quieren nuevas elecciones pero…

Todos dicen no querer llegar a tener que volver a celebrar elecciones. Sin embargo, las posturas están tan enfrentadas que no parece que exista otra salida. Las urnas podrían arrojar el mismo resultado y mantener la situación de bloqueo. O, por el contrario, poner en manos de Junts la mayoría sobre ERC, que, al contrario que la posconvergencia, aceptaría todo para investir a un presidente de derechas.

¿Qué postura tiene ahora cada uno de los partidos que protagoniza estos meses el sainete catalán?

  • ERC. El partido de Oriol Junqueras no quiere perder la posibilidad de presidir la Generalitat. Desde el 14-F ha intentado llegar a un acuerdo de gobierno con Junts pero ha resultado imposible. Básicamente porque los republicanos no están dispuestos a permitir que sea el fugado Carles Puigdemont el que lleve la batuta del Govern desde Waterloo a través del Consell per la República y con la excusa de reactivar el procés. ERC ha ofrecido a Junts un programa de gobierno, además de un reparto de sillas, que la posconvergencia no acepta.
    Los republicanos quieren un Govern «transversal» que no sea un espacio de taifas en el que cada partido gestione sin contar con el otro. Y es que esta actitud ha tenido un coste muy elevado para la Cataluña del COVID-19. Está en juego, además, la gestión de los millonarios fondos europeos para la reconstrucción, una posibilidad extraordinaria de seguir utilizando la Generalitat para la extensa red clientelar de la derecha separatista.
    Ahora Aragonés pretende lo imposible: formar Govern con el acuerdo de Junts, Guanyem-CUP y En Comú-Podem. Apela al consenso con las excusas de no tener que volver a convocar elecciones y poder afrontar las consecuencias de la pandemia del COVID-19 con un Govern que no esté limitado por la interinidad.
  • Junts. La formación liderada por Carles Puigdemont ha demostrado desde el 14-F que no está dispuesta a ceder a ERC el protagonismo que otorga la Presidencia de la Generalitat. Puigdemont no acepta de ninguna manera haber perdido las elecciones contra la formación de Oriol Junqueras y, desde Waterloo, ha planteado todo tipo de trabas para alcanzar un acuerdo que permita formar Govern. La más delirante ha sido la pretensión de que el Consell per la República, una asociación privada en la que tienen parte todas las entidades separatistas salvo Òmnium Cultural, tutele al Ejecutivo autonómico. Su última jugada ha sido retar a ERC a gobernar en solitario, comprometiéndose a ceder al republicano Pere Aragonés los cuatro votos que necesitaría en la sesión de investidura para ser nombrado presidente. Una vez que ERC ha recogido el guante, Junts se ha desdicho de lo prometido. Ahora se supone que apoyará la investidura, aunque no ha concretado de qué manera.
  • Guanyem-CUP. Los cupaires de Dolors Sabater y Laia Estrada alcanzaron un acuerdo inicial con ERC que contiene puntos que rechaza Junts como el de activar una banca o un servicio de suministro eléctrico públicos. No se oponen a que los republicanos alcancen un pacto con los de Puigdemont, aunque sí dejaron claro en su momento que ese posible acuerdo no podía afectar al ya rubricado con ellos. Ahora se han convertido en mediadores entre ambas formaciones y han logrado el aparente triunfo de que republicanos y posconvergentes se pongan de acuerdo para salvar la investidura.
  • En Comú-Podem. La formación liderada por Jéssica Albiach ha negociado durante las últimas semanas con ERC para materializar un nuevo tripartito junto al PSC. Obstáculo: el socialista Salvador Illa se niega a que Pere Aragonés sea presidente de la Generalitat cuando ha sido él quien ha ganado realmente las elecciones. Hasta este jueves, los comunes mantenían su apoyo a Aragonés, así como la intención de votar a favor de su investidura. Los últimos movimientos de ERC y Junts han llevado a Albiach a anunciar que rompe la negociación hasta que los republicanos no garanticen que los posconvergentes no entrarán en el Govern. Albiach ha intentando en numerosas ocasiones que ERC «salga del rincón» y que entienda que un pacto con Junts aboca a los republicanos a la sumisión. Algo que no parece haber tenido muchos efectos.
  • PSC. Salvador Illa salió de las urnas con el mismo número de escaños que ERC, 33, pero más votos, lo que lo convertía en ganador de las elecciones. La falta de apoyos, sin embargo, le impide aspirar a gobernar la Generalitat. Y a esto se suma el veto de la presidenta del Parlament, la posconvergente Laura Borràs, que ni siquiera le ha permitido presentarse como candidato a la investidura. A pesar de ello, Illa insiste en «articular un Govern de izquierdas» y el miércoles pareció abrirse a una posible negociación con ERC, siempre y cuando los republicanos renunciaran al cordón sanitario firmado con Junts en contra de los socialistas antes de las elecciones.

Así las cosas y a dos semanas de que acabe el plazo para que Cataluña tenga presidente y Govern, la situación es de enfrentamiento total, al menos de cara a los ciudadanos. El hoy político de Cataluña es resultado de un pasado inmediato en el que ERC y Junts comenzaron una guerra que aún no ha terminado y que afectó gravemente a los ciudadanos a través de la gestión de la crisis del COVID-19 en sus peores momentos. La inhabilitación de Quim Torra y la sumisión de ERC a la orden de Puigdemont de no elegir un nuevo presidente ha llevado a Cataluña a una situación de caos en la que es difícil augurar cuál será la solución.

NOTICIAS RELACIONADAS

SIL
SIL
SIL

1 COMENTARIO

  1. «El vot de Lleida val gairebé dues vegades i mitja que a Santa Coloma de Gramenet»N.B. TENÉIS UN 26% DEL CENSO (UNA PERSONA UN VOTO)EN LAS «PLEBISCITARIAS» DEL 14-F.Otto Von Bismarck : «España es el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido».

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -
SIL

Lo Más visto

ANÁLISIS / Cuando contar deja de tener sentido

El 27 de agosto publiqué un artículo en este diario titulado “Mejor si dejamos de contar” en el que con cierta ironía...

La encuesta de ‘ARA’ otorga a la ultraderecha separatista de AC hasta 7 diputados

Son diversas encuestas las que vaticinan que la ultraderecha separatista que representa Aliança Catalana —que combina el rechazo a los españoles propio...

El alcalde de Llívia deja de militar en ERC por el caos en la Cerdanya

El alcalde de Llívia, Elies Nova, ha informado que deja de militar en ERC por las medidas contra la Covid aplicadas en...

El separatismo ultra culpa al Govern de «inacción» y de haber puesto «en peligro» la inmersión lingüística

La entidad ultra Plataforma per la Llengua, conocida por fomentar el acoso a trabajadores que no hablan catalán y por espiar a...
- Publicidad -