En el escenario cargado de gestos con doble sentido que es la política catalana, ERC ha pasado un mal trago estos días con la detención de Carles Puigdemont, el líder de sus socios de Govern, Junts. El presidente Pere Aragonés corrió a Cerdeña a fotografiarse al lado del fugado de la Justicia española, mientras la posconvergencia, al menos en redes sociales, le restregaba a ERC la detención en la cara con un «ya te lo dije» referido a la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat. Así las cosas, este lunes la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha vuelto a salir al paso intentando evitar que se incrementen aún más los recelos de la derecha y la ultraderecha separatistas sobre el partido de Oriol Junqueras.
Vilalta ha asegurado que España «está haciendo el ridículo a nivel europeo» por mantener activa la orden de búsqueda y captura contra Puigdemont. Y ha añadido que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez «no puede seguir poniéndose de perfil con la represión y hacer ver que no va con ellos».
A vueltas con el «conflicto político»
«Basta de excusas», ha dicho Vilalta, «si el Gobierno no propone una solución política, está siendo cómplice de la represión». Y, rizando el rizo, ha afirmado que el Ejecutivo central se está «beneficiando» de esta supuesta persecución judicial al independentismo. «No se dan cuenta de que están haciendo el ridículo a nivel europeo», ha insistido la portavoz de ERC.
Vilalta ha advertido al PSOE de que «la represión no acabará con los anhelos de millones de personas». Y ha abundado en que la única solución a este «conflicto político» pasa por la amnistía y el referéndum, defendidos por los republicanos en la mesa de diálogo: «Una ley de amnistía para acabar con la represión y con el ridículo que está haciendo el Estado cada vez que choca con las justicias europeas y un referéndum de autodeterminación, porque en el siglo XXI los conflictos políticos se resuelven votando».
