La alianza del Ejecutivo de Pedro Sánchez con los nacionalistas— cuya posibilidad fue calificada en su momento por el propio Alfredo Pérez Rubalcaba como Gobierno Frankestein— no solo genera rechazo en la oposición, sino también en sus propias filas. En este sentido, uno de los últimos episodios de desavenencia se ha producido en Extremadura, donde el ex vice primer secretario de la Junta y copresidente de Rojos España, ahora AIREs, Enrique Pérez Romero, se ha dado de baja de militancia del partido después de dieciocho años de pertenencia al mismo.
Así, Pérez Romero, que en 2017 lideró el colectivo de apoyo a la candidatura de Sánchez y ese mismo año se presentó a las primarias del PSOE en su comunidad, ha hecho públicas las razones por las que abandona la formación socialista. Entre ellas, figuran las políticas liberales acometidas por Sánchez así como su gestión de la pandemia. Pero, principalmente, Pérez Romero reprocha al líder socialista sus pactos con los separatistas catalanes. A este respecto, mantiene que el «indulto a los independentistas no solo humilla a los españoles que tratan de contruir una Cataluña leal a la convivencia y la legalidad, sino que además somete las necesidades de todo un país a tu interés personal».
La herida del separatismo
Y es que, según Romero, Sánchez está «profundizando en la herida política y territorial provocada por el separatismo, que ha contribuido a cavar más hondo en la trampa de la diversidad que divide a la clase obrera». El motivo que se esconde detrás de estas políticas, a su juicio, no es otro que cumplir el «sueño ambicioso y personalista» de permanecer en la Moncloa.