Las relaciones de ERC con sus socios de gobierno, Junts y Guanyem-CUP, se caracterizan por la tensión. En esta ocasión, el problema lo tienen los republicanos con los cupaires, que este miércoles han plantado al presidente del Govern, Pere Aragonès, tras conocer la detención de cuatro de sus activistas tras intentar impedir el pasado mes de mayo un desahucio en Barcelona. La reunión estaba prevista para el mediodía y, a la misma hora, la CUP ha convocado una rueda de prensa para dar a conocer lo sucedido.
Los antisistema han acusado a ERC de no cumplir los acuerdos que alcanzaron para votar a favor de la investidura de Aragonés. Acuerdos como el relativo a la «protección del derecho a la vivienda». «A día de hoy, no solo no se están cumpliendo», han denunciado los cupaires en declaraciones recogidas por El Nacional, «sino que van en dirección contraria ya que se siguen priorizando los intereses de los fondos buitre y de los especuladores«.
El encuentro con la CUP había sido convocado por Aragonés, que tiene previsto mantener una ronda de contactos con los partidos y entidades separatistas con el fin de reorganizar el espacio independentista. El presidente quería darles a conocer el contenido del discurso que pronunciará el próximo día 14 para dar a conocer su nueva estrategia. De poco le ha servido pues desde la CUP le han recordado este miércoles que «el Govern no puede seguir tratando la emergencia habitacional como un problema de orden público, enviando a los Mossos a participar en los desahucios, ni deteniendo a activistas en defensa de los derechos fundamentales».