Análisis/ ¿Nos dejará el Banco Central Europeo seguir gastando alegremente?

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El año 2021 no terminó mal del todo

El año 2021 tuvo cosas positivas en España: la pandemia se superaba, el PIB creció un 5% (menos que en los países comparables) y el tipo de interés del bono del Estado a 10 años era sólo el 0,57%. En el lado negativo teníamos lo de siempre: una deuda pública descomunal de 1,4 billones, y un déficit insoportable de un -6,7%. Y un tercer enemigo, nuevo: una inflación peligrosa, +6,5%, porcentaje nunca visto en 30 años.

La guerra de Ucrania

El 24 de febrero Rusia invadió Ucrania y todo empezó a ir peor. Sobre todo, para los que sufren la guerra. Y también para la economía y especialmente, para la inflación. A 31 de mayo nuestro IPC interanual era el 8,7%. En Alemania el 7,9%. En Italia el 6,9%. En Francia el 5,2%. Y en EEUU el 8,6%.

Decisiones del Banco Central Europeo en su reunión ordinaria de 9 de junio

La inflación es la bicha de cualquier Banco emisor. El Banco Central Europeo (BCE) tiene como objetivo fundamental la estabilidad de los precios, lo que quiere decir que la inflación tiene que estar cerca de, pero no superar, el 2%. Por eso, en su reunión del pasado 9 de junio concretó las decisiones previstas el 10 de marzo para atajar la inflación. Aunque ello enfríe la economía y reduzca el crecimiento. Así, acaba su generosa política de tipos bajos y barra libre de liquidez, tomando las siguientes medidas:

1.Poner fin, a partir del 31.03.2022, a las compras netas de activos PEPP. Estos son bonos emitidos por los países del euro para afrontar la crisis provocada por la pandemia. A 31.12.2021 el BCE tenía en su activo 1,58 billones de euros en bonos PEPP. La decisión es dejar de comprar bonos nuevos y limitarse a reinvertir los vencimientos de bonos anteriores.

2.Poner fin, a partir del 01.07.2022, a las compras netas de activos APP. Estos son bonos emitidos por los países del euro para afrontar la crisis del 2008. El BCE empezó a comprarlos muy tarde, a partir de julio de 2012, tras el famoso Whatever it takes de Mario Draghi. A 31.12.2021 el BCE tenía en su activo 3,12 billones de euros en bonos APP. La decisión es dejar de comprar bonos nuevos y limitarse a reinvertir los vencimientos de bonos anteriores.

Dicho sea de paso: ¿Cuánta deuda pública española tiene el BCE tras estas compras masivas de bonos? A 31.12.2021, 448.000 millones de euros, el 30% de nuestra deuda pública total. Descomunal. Así, hemos podido gastar, y endeudarnos, todo lo que el Gobierno ha querido, sin ninguna dificultad y a tipos de interés bajísimos, muchas veces negativos.

3.Subir los tipos de interés oficiales. Hasta junio el BCE prestaba dinero a los Bancos al tipo del 0% para que éstos lo prestasen a la economía en buenas condiciones. En la próxima reunión del BCE de 21 de julio ese tipo subirá al +0,25%. Será la primera subida de tipos en 10 años. Y se anuncia otra subida de un +0,50% en septiembre. Es un cambio total de escenario.

Combatir la inflación subiendo el tipo de interés oficial es la receta clásica de los Bancos Centrales. El 16 de junio la Reserva Federal EEUU subió el tipo de interés un 0,75% hasta 1,50%. Y lo subirá más enseguida.

La inflación es la bicha de cualquier Banco emisor. El Banco Central Europeo (BCE) tiene como objetivo fundamental la estabilidad de los precios, lo que quiere decir que la inflación tiene que estar cerca de, pero no superar, el 2%.

Cómo han reaccionado los mercados a estas decisiones del BCE

La reacción de los mercados ha sido inmediata. Y contundente. Para empezar, el Euribor (tipo de interés interbancario que sirve para fijar el tipo de préstamos e hipotecas variables) se ha disparado. Llevaba varios años en nivel negativo: -0,50%. Este viernes 17 de junio el Euribor a 12 meses está en el 1,124%. Tremenda subida. Los deudores hipotecarios se llevarán un susto al ver la nueva cuota a pagar. Y puede que la cosa no se pare aquí.

Y los tipos de interés de la Deuda también se han disparado. Tras la retirada del BCE del mercado de bonos, los inversores están demandando intereses mucho más altos. Veamos cómo se ha portado el bono a 10 años:

En Alemania: a 31.12.2021 pagaba el -0,18%. Este 14 de junio, 1,76%.

En España: a 31.12.2021 pagaba el 0,57%. Este 14 de junio, 3,16%.

En Italia: a 31.12.2021 pagaba el 1,17%. Este 14 de junio, 4,27%.

Tras la retirada del BCE del mercado de bonos, los inversores están demandando intereses mucho más altos.

Todos los países, incluida Alemania, sufren un fuerte aumento de los tipos a pagar por su deuda. Naturalmente, el país más solvente, Alemania, es el que menos paga. La diferencia entre lo que pagan los demás países y lo que paga Alemania es la prima de riesgo. La prima sirve para medir el nivel de solvencia de los países. Una prima superior al 1% es un síntoma fatal.

Y, por si esto fuera poco, las Bolsas no levantan cabeza. El miedo a la recesión se ha instalado en Europa y EEUU. Además, mucha gente piensa que esta inflación no se combate subiendo tipos y enfriando la economía porque no tenemos una inflación de demanda sino de costes procedentes del exterior (gas, petróleo, alimentos, materias primas). Por eso, hay miedo a que la economía entre en declive y los precios sigan altos (estanflación).

LA REUNIÓN EXTRAORDINARIA DEL BCE DEL MIÉRCOLES 15 DE JUNIO

Como hemos visto, el 14 de junio los tipos de interés del bono a 10 años alcanzaron su nivel más alto de los últimos años. En Italia un 4,27%, casi cuatro veces más que en 2021. En España un 3,16%, 5,5 veces más.

Pero en los países del Norte no pasaba nada. Llevan sus cuentas con seriedad. Estaba claro que, al dejarles solos, los países del Sur se echan a perder. Siguen necesitando la protección del primo de Zumosol. Todas las alarmas se encendieron en el BCE. El riesgo de fragmentación Norte-Sur aparecía de nuevo, como en 2012. Italia y España no pueden pagar unos intereses tan elevados para sostener una deuda tan descomunal como la que tienen. El euro está en peligro. Hay que atajar esa situación como sea.

Italia y España no pueden pagar unos intereses tan elevados para sostener una deuda tan descomunal como la que tienen. El euro está en peligro. Hay que atajar esa situación como sea.

Por eso, con carácter de absoluta urgencia, el BCE tuvo una reunión extraordinaria este miércoles 15 de junio, en la que decidió lo siguiente:

1.Flexibilizar la reinversión de los vencimientos de bonos PEPP. ¿Qué quiere decir esto? Veamos: cada mes vencen unos 17.000 millones de bonos PEPP emitidos por el conjunto de los países del euro. De ellos, 12.000 millones corresponden a los países del Norte. Puede ser aconsejable re-dirigir ese dinero a cubrir emisiones nuevas de los países del Sur. Para homogeneizar las primas de riesgo. A ver cómo se lo toman los del Norte.

2.Diseñar un nuevo instrumento anti-fragmentación, que limite el crecimiento de las primas de riesgo de los países del Sur. No sabemos en qué va a consistir este instrumento. Pero deberá estar diseñado para la próxima reunión del BCE el 21 de julio.

Estas medidas han producido un efecto balsámico inmediato

En Alemania, el tipo de interés del bono a 10 años ha bajado desde el 1,76% del día 14 al 1,66% al cierre de la semana.

En España, el tipo ha bajado desde el 3,16% del día 14 al 2,75% al cierre de la semana. Y la prima de riesgo baja de 1,40% a 1,09%.

En Italia, el tipo ha bajado desde el 4,27% del día 14 al 3,67% al cierre de la semana. Y la prima de riesgo baja de 2,51% a 2,01%.

Algunos analistas ven las medidas tomadas este miércoles 15 de junio como una segunda edición, descafeinada, del Whatever it takes de Draghi 2012. Descafeinada porque hay división en el BCE sobre el trato a dispensar a los países del Sur. No está claro cómo se van a re-dirigir los vencimientos ni cómo va a ser el instrumento anti-fragmentación.

De momento, Italia y España son los más beneficiados por estas medidas. Para España es un verdadero salvavidas. Pero ¿nos van a dejar seguir gastando el dinero tan alegremente como hasta ahora? Es probable que haya condicionalidad para re-dirigir vencimientos o en el instrumento anti-fragmentación. La presión de los países del Norte (los frugales) es muy fuerte. Nos ayudarán, pero a cambio de que nos apretemos el cinturón. La subida de las pensiones según el IPC será la prueba del algodón. Veremos.

Qué se podría hacer en España

Lo racional sería hacer algo ya, en lo que queda de año, para evitar que esas nuevas ayudas sean necesarias, o para que sus condiciones sean soportables. Y la tarea de este Gobierno es la siguiente:

1.Articular el Pacto de Rentas propuesto por el Banco de España para luchar contra la inflación. Gobierno y oposición, Sindicatos y empresarios deben firmar un pacto plurianual en el que: a) los empresarios renuncien a parte de su márgenes de beneficio, no trasladando a precios la totalidad de los incrementos de coste; b) los Sindicatos acepten incrementos salariales por debajo del IPC; c) Pensionistas y funcionarios deben aceptar igualmente incrementos inferiores al IPC; d) sólo se aplicaría el IPC a los niveles retributivos más bajos del sistema.

2.Mejorar la gestión de los Fondos Europeos, creando una Agencia ad hoc en la que participen Gobierno, Oposición, Comunidades Autonómas, empresarios, sindicatos y técnicos. Con independencia, eficacia y transparencia.

3.Articular un Programa realista, serio y creíble de reducción del gasto público, en todas las Administraciones.

Desgraciadamente, no parece que el Gobierno vaya en esa dirección. Prefiere seguir instalado en el enfrentamiento político. Y en el gasto populista.

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