El sector más radical del separatismo catalán vive estos días un sorprendente baño de realidad de la mano de algunos de sus representantes más significativos, como el cantautor y exdiputado autonómico de JxSí Lluís Llach. El artista ha tuiteado un controvertido pero veraz mensaje que no ha gustado al independentismo oficial: «El 52% no existe en el Parlament de Catalunya. En la calle está por ver. Y si hablamos de los responsables del desbarajuste indepe, muchos pensamos que estáis en el Parlament». Un tuit publicado tras el escándalo provocado por otro mensaje en la misma que desde cargos de ERC se ha calificado como racista.
Llach ha respondido así o a otra tuitera que ha publicado en el mismo sentido, culpando a la CUP de esta situación. Aunque, en los últimos días, también ha dejado clara su postura en contra de una ERC a la que estos independentistas radicales acusan de autonomismo y de haberse sometido al Gobierno central del socialista Pedro Sánchez.
Independentistas peleados
De un modo similar se ha pronunciado también estos días el ex vicepresidente del Parlament, Josep Costa, de Junts, quien ha señalado directamente a ERC como responsable de la deriva que vive el separatismo catalán. Costa ha asegurado que los errores de los republicanos «o del Govern que lideran» se convierten en batallas entre los independentistas. Algo que, en su opinión, «no es coincidencia» y que obedece «a una estrategia perfectamente aplicada desde que decidieron renegar» del referéndum ilegal de octubre de 2017. Una postura con la que, advierte, no están dispuestos a colaborar.
Los satélites de Puigdemont
El periodista Pere Cardús, integrante del Consell per la República de Carles Puigdemont, también ha recurrido a Twitter para arremeter contra ERC y contra aquellos independentistas que aún creen que es posible alcanzar algún pacto con el Gobierno central. Cardús ha acusado a los republicanos de «negociar los indultos para renunciar» y les ha responsabilizado de la «desaparición del 52% independentista del Parlament». Pero también ha arremetido contra Junts y la CUP que «firmaron el pacto de dar oportunidad a la mesa de diálogo para investir al presidente Aragonés».
Cardús ha ido más allá al afirmar que ni posconvergentes ni cupaires «harán nada que pueda hacer peligrar la legislatura«. «Los partidos tienen más miedo de los fiscales y la Junta Electoral que de los electores», ha lamentado. En otro mensaje ha criticado la falta de objetivos claros por parte del Govern en lo que a la independencia se refiere y ha denunciado que «los que plantan cara» son «ridiculizados con el apoyo de medios y tertulias».
El separatismo más ultra, por otro lado, acusa también a ERC de utilizar los medios de comunicación a su conveniencia. Periodistas como Jordi Galves, conocido por sus diatribas contra España publicadas en uno de los medios más subvencionados de esta comunidad autónoma, han asegurado que desde que es presidente Pere Aragonés, «no dicen tanto» que los independentistas son «nazis». «Eso se llama controlar a la opinión pública», ha añadido, «también se podría calificar de adoctrinamiento».
