Después de que las reformas judiciales emprendidas por el Ejecutivo de Sánchez dieran alas ayer a Esquerra Republicana para plantear un referéndum de secesión en el que solo fuera necesario un 27,5% del censo para materializar la ruptura, el Gobierno se ha apresurado a desmentirlo. Así, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asegurado en una entrevista en TVE que no «habrá referéndum ni por la vía pactada ni por la vía unilateral», pues estas consultas «no caben en nuestra Constitución» ni son «una solución para Cataluña.
Sin embargo, las reacciones de escepticismo en la esfera constitucionalista no se han hecho esperar. La analista Andrea Martínez Molina, por ejemplo, ha pronosticado que «habrá referéndum y el PSOE pedirá el voto en el mismo sentido que ERC para un Estatut que será constitucional gracias a la colonización del TC de Sánchez».
Por su parte, la exdiputada de Ciudadanos Sonia Sierra, ha recurrido a la ironía para evaluar la noticia: «Ah, vale, lo dice el Gobierno de Sánchez, me quedo más tranquila».
Por su parte, el lingüista Javier Pérez López ha recordado que el Ejecutivo también prometió no gobernar con el separatismo ni con Bildu, y ha vaticinado que la promesa de Sánchez durará exclusivamente hasta «las próximas elecciones generales».