Si recientemente supimos que al apoyo a la secesión había caído en Cataluña hasta un 39%, la situación para el separatismo no anda mucho mejor en Escocia. Según una encuesta difundida por The Scotman y recogida por Electomanía, el partido Nacional Escocés ha caído en intención de voto de forma inédita tras el fallido referéndum independentista de 2014. Así, los datos arrojan que solo un 36 por ciento votaría al SNP —en diciembre pasado la cifra rondaba el 50%—, quedándose los socialdemócratas a tan solo 4 puntos (32%).

La situación resulta sangrante por cuanto el partido secesionista gobierna desde 2007, haciéndolo con mayoría absoluta entre 2011 y 2016. Sin embargo, desde que en febrero su líder Nicola Sturgeon presentase su dimisión —está siendo investigada por las finanzas de su formación—y fuese sustituida por Humza Yousaf, el SNP atraviese una aguda crisis. Por lo que respecta al apoyo a la secesión, según una encuesta de Yougov de dos semanas atrás, un 46% votaría a favor y un 54% en contra.