Sánchez ha anunciado una “consulta ciudadana” para evaluar la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. El plan –para escurrir el bulto– ha generado por su parte una considerable reacción entre medios y redes, que se suma a la polémica que viene rodeando la operación desde su anuncio hace cerca de un año. El presidente asegura que su ejecutivo “busca recabar opiniones de asociaciones, patronales, sindicatos y ciudadanos para decidir sobre la operación”, que ya cuenta con el visto bueno de la CNMC.
Hay que proteger a los independentistas catalanes y de paso a un tal Sánchez.
— Julio Europa² (EX-MAKER que ayudó a la sanidad) (@julioescritor) May 5, 2025
Sánchez anuncia "una consulta pública" para intentar abortar la OPA de BBVA sobre Sabadell y exige a CEOE que apoye la reducción de jornada https://t.co/I7Fx9Okw2m
El escepticismo predomina. Los críticos señalan la consulta como un intento del Gobierno de justificar un veto a la OPA, que es la intención que delatan sus valoraciones al respecto. En un contexto de fuerte oposición en Catalunya, donde el Banco Sabadell es un símbolo financiero la medida –“poco habitual” en procesos de fusiones empresariales-, parece poco más que una estrategia para ganar tiempo y responder a presiones políticas, considerando la relevancia de la entidad catalana y la influencia del separatismo en la mayoría de gobierno. Los masajeadores habituales, por su parte, defienden que la medida “permitirá al Ejecutivo tomar una decisión informada”.
La polarización es evidente: mientras un número creciente de ciudadanos cuestionan la legitimidad de intervenir en una operación entre empresas privadas, otros ven en la consulta una oportunidad para “mitigar los riesgos de concentración bancaria” que podría suponer la fusión. El Ministerio de Economía deberá resolver el caso en un plazo de 15 días, con un debate que se intensifica por momentos.